Los permisos para reformar un piso son imprescindibles por cuestiones legales, tanto con vecinos como con la Administración. Este artículo explica cuándo hay que pedirlos y cuándo no, y de qué tipo.
Permisos para reformar un piso: todo lo que debes saber
Hay una cuestión de procedimiento importante: si estás en un piso y en una comunidad de propietarios, tienes que avisar a tus vecinos de las obras por las externalidades negativas que se generen. Y, sobre todo, asegurarte de que los obreros se ciñen estrictamente a los horarios autorizados.
Hay un matiz que hay que decir: aunque no tengas que pedir permiso, a veces se generan residuos por la obra. Y las administraciones sí que te pueden cobrar unas tasas por residuos si colocas un contenedor en la entrada, por ejemplo. Esto es algo que también se debe considerar como posible coste cuando planees hacer reformas en tu vivienda.
Dicho esto, y dependiendo de la reforma que quieras hacer, los permisos que debes pedir son unos u otros, siempre ante el ayuntamiento de la localidad. Los costes, y el procedimiento, variarán según el caso. Echa un vistazo, porque esto lo define mejor:
1. Licencia de obra menor
La licencia de obra menor se necesita cuando vas a hacer reformas que no van a cambiar ni la estructura ni las condiciones de habitabilidad de una vivienda.
¿Algunos ejemplos de obra menor? Por ejemplo, si hay que instalar un sistema de calefacción, revestir la pared o los suelos. Esto a veces servirá, por ejemplo, para cambiar la calificación energética de un edificio, piso o vivienda, a mejor. En ningún caso se tocaría un elemento central y, en principio, esto no tendría que generar problemas en otras viviendas. Por esa razón, es bueno que lo tengas en cuenta porque esta licencia es menos costosa que la de obra mayor.
Ahora bien, como sí se generan externalidades, tienes que solicitar la licencia en el ayuntamiento con el proyecto. No obstante, hay ayuntamientos donde puedes hacer la solicitud presencialmente y otros donde ya la tienes que hacer de forma telemática.
2. Licencia de obra mayor
La licencia de obra mayor exige unos cambios de entidad importantes. Y, para eso, necesitarás un proyecto que esté firmado por un arquitecto, ingeniero o aparejador. Además de aportar la documentación para el permiso, tienes que pagar unas tasas a tu ayuntamiento.
¿Para qué se pide una licencia de obra mayor? Algunos casos recurrentes en un piso es que quieras cambiar la altura o la distribución de las habitaciones, que toques alguna estructura o que vayas a cambiar el uso del inmueble (de piso a tienda, por ejemplo). Y, si alguna de las reformas que hicieras en tu piso afectase a elementos comunes de un edificio, también.
Hemos de decir que este tipo de obras, al ser las más complejas, son también las más costosas. No ha de extrañar, pues, que exijan más requisitos porque suponen un cambio sustancial. Por lo general, cualquier profesional que tenga que realizar esta acción ya te hará saber la necesidad de solicitar este permiso.
¿En qué casos de reforma no necesitarías licencia?
Hay una buena noticia: algunas reformas del hogar no necesitan ningún tipo de licencia de obra. Te ponemos algunos ejemplos prácticos de cómo puedes hacer cambios sin pedir permisos al ayuntamiento:
- Cambiar inodoros o baños: supongamos que vas a cambiar el inodoro o el baño en tu cuarto, o el plato de la ducha. Siempre que eso se limite, únicamente, a la estructura exterior, y no obligue a instalar canalizaciones o a hacer cambios, no necesitarías una licencia.
- Pintar las paredes: pintar las paredes no es lo mismo que revestirlas, dado que la intervención es menor. No se introduce ningún elemento nuevo en el interior. Por lo tanto, esta obra, igual que empapelarlas, no necesita licencia de obra.
- Cambiar las ventanas: el cambio de ventanas se puede hacer igualmente sin licencia. Ojo, siempre y cuando no haya ninguna modificación en los tamaños. Por ejemplo, un cambio de marcos de la ventana no requiere de solicitar licencias.
- Cambio de calderas y grifos: cambiar una caldera o un grifo, si no hay modificaciones en las canalizaciones, tampoco exigiría ningún tipo de permiso especial ni presentar proyecto.
- Cambio de muebles: cuando nos referimos a cambiar muebles, no hablamos, únicamente, de los muebles del salón o de la habitación. El mobiliario de la cocina, incluidos grifos y picas, se podría reemplazar también.
Como podemos ver, las posibilidades de hacer cambios en casa sin tener que pedir permiso son varios. Y, lo que son reparaciones y pequeñas obras de fontanería, no lo suelen necesitar.
En resumen…
Hemos visto que, según la magnitud de la obra, tienes o no que pedir permiso. Y, como no necesitas permisos para reformar el piso en pequeñas obras de fontanería, ahí únicamente debes contar con profesionales y material de calidad. Hacer cambios en tu casa es sencillo, sobre todo si cuentas con el material apropiado.
Add Comment