Normativa y Certificación

¿Qué pasa si no hago el mantenimiento de la caldera?

Para que una caldera funcione correctamente no solo es necesario cumplir con sus revisiones obligatorias. También es aconsejable realizar ciertas tareas de mantenimiento de la misma cada cierto tiempo. Al hacerlo conseguirás innumerables ventajas, aunque hay quien no se preocupa demasiado por mantenerla a punto. Creen que no merece la pena, y piensan también que no hacer el mantenimiento de la caldera no tiene consecuencias tangibles. Pero sí las tiene, como verás a continuación.

Consecuencias de descuidar el mantenimiento de la caldera en su funcionamiento

Las consecuencias de no realizar el mantenimiento de la caldera adecuadamente son bastante numerosas. También lo son de distintos tipos. Las más evidentes, cuando pase un poco de tiempo desde una revisión del aparato, serán las de funcionamiento. Al hacer un mantenimiento regular de la caldera, un usuario se puede anticipar a ciertas averías. Permitirá detectar piezas que empiezan a gastarse, o procesos que empiezan a no ir todo lo bien que deberían.

De esta manera se pueden cambiar las piezas gastadas, o eliminar los problemas de funcionamiento antes de que se produzca una avería, o se rompa una pieza. Además, si un servicio de mantenimiento sabe que hay alguna pieza concreta con tendencia a romperse, o que presenta un defecto, en una caldera, puede cambiarla mientras sus técnicos hacen una revisión. Esto es importante, sobre todo si la pieza en cuestión es cara, y tiende a romperse una vez terminado el periodo de garantía de la caldera. 

Si no haces mantenimiento de la caldera, de repente un día querrás poner la calefacción, o ducharte con agua caliente y se romperá una pieza en el momento más inoportuno. Con lo que ello conlleva: días sin calefacción y/o agua caliente y reparaciones mucho más caras. Al realizar el mantenimiento de la caldera de manera preventiva, reducirás al mínimo, habitualmente a unos minutos, el tiempo que tendrá que estar parada la caldera. Es decir, al tiempo imprescindible para hacer los cambios de piezas y los ajustes necesarios.

Esto puede incluir una limpieza de determinadas partes de la caldera. Algunas de ellas pueden acumular suciedad y llegar a obstruirse, lo que provoca daños en la caldera, y averías más o menos graves. Por eso, la limpieza periódica también es parte de su mantenimiento. 

Además de más costosas, las averías producidas por un mantenimiento inadecuado pueden llevar también a una reducción de la vida útil de la caldera. Es posible que algunas de las piezas deterioradas en un primer momento lleguen a sobrecargar o a hacer que sufran otros componentes de la caldera. Por tanto, pueden ocasionar averías muy serias que pueden llevar a que resulte más económico sustituir la caldera averiada por una nueva, que repararla. 

Más seguridad y menos emisiones

El mantenimiento de la caldera también es importante para que la instalación a la que proporciona agua caliente sea más segura. Si una caldera no funciona correctamente, o no se revisa periódicamente, no solo puede tener problemas de funcionamiento. Dado que trabaja con cierta presión, y con gases, un mal funcionamiento de la caldera puede resultar peligroso.

Por eso es obligatorio hacer revisiones periódicas de la caldera. Para evitar problemas serios que puedan ocasionar explosiones. Eso sí, el mantenimiento de la caldera lo tiene que hacer siempre un técnico, porque manipular una caldera sin tener conocimientos especializados sobre cómo hacerlo puede resultar muy peligroso. 

Las calderas emiten gases a la atmósfera, y si funcionan mal como consecuencia de un mantenimiento deficiente, emitirán más gases contaminantes. Por lo tanto, serán más perjudiciales. Realizar un mantenimiento de la caldera periódico y exhaustivo puede hacer que las averías que provocan un consumo mayor se detecten con mayor antelación. La consecuencia para el medio ambiente está clara: menos emisiones, y menor perjuicio para tu entorno. 

El mantenimiento de la caldera reduce la factura

Una caldera que no funciona bien, por lo general, consume más energía. Y cuanta más consume, mayor será la factura que tendrás que abonar. Por lo tanto, hacer un mantenimiento periódico ahorra dinero en la factura de consumo de energía. Pero seguro que te estás preguntando si ahorras lo suficiente para compensar lo que cuesta el mantenimiento. Porque para hacer el mantenimiento hay que pagar una cantidad determinada a una empresa o técnico, que son los que se encargan de ello.

La respuesta es si, porque con una caldera que funciona debidamente ahorras varias decenas de euros en cada factura. No es quizá el ahorro más fuerte, ya que un mantenimiento, como hemos visto, permite anticiparse a diversas averías. Unas son pequeñas y no cuesta mucho repararlas. Pero otras son de mucha mayor envergadura, y puede que incluso hagan que se generen otras averías. Si empiezas a sumar el coste de una avería al resto de las que se han generado, la factura que te puede tocar pagar en averías es bastante elevada. Tanto, que incluso puede hacerte tener que cambiar una caldera después de cinco o seis años porque arreglarla te sale más caro. 

Como verás, hay varios motivos por los que es importante efectuar un mantenimiento de la caldera de manera periódica. Ahorrarás en consumo, sustos, averías e incluso en emisiones. Podrás planificar muchas reparaciones y evitarás tener que hacer frente a muchos imprevistos, ¡no lo dejes pasar!

About the author

STH

Add Comment

Click here to post a comment

¿Quieres estar informado? ¡Suscríbete a nuestra newsletter!