¿Cada cuánto hay que revisar la caldera?

La caldera es uno de los elementos principales de prácticamente todos los sistemas de calefacción. Está presente en sistemas que funcionan con gas natural o gasoil, y también en los que utilizan otras fuentes de energía, como los pellets. Si no funciona correctamente, sencillamente, no tendrás calefacción. Por eso es necesario revisarla cada cierto tiempo, como parte de los pasos para un buen mantenimiento del sistema de calefacción. Para comprobar que no tiene ningún problema, que no está a punto de fallar o que no tiene impurezas que pueden interferir en su funcionamiento. Pero ¿cada cuánto hay que revisar la caldera? ¿Y cuándo es más conveniente hacerlo? Lo vemos a continuación.

¿Cuándo es más conveniente revisar la caldera?

Los sistemas de calefacción se encienden cuando empieza el invierno, pero es aconsejable probar su funcionamiento unos días antes de que empiece la época de frío. De esta manera podrás verificar que el sistema, y todos sus componentes, funcionan bien. También la caldera. Es entonces cuando conviene revisarla y, si es necesario, limpiarla. También limpiar y purgar radiadores y otros componentes del circuito de calefacción. 

Una limpieza básica, así como el purgado de los radiadores, la pueden realizar los usuarios, pero la comprobación en profundidad del estado de la caldera la tiene que realizar un técnico especializado. De otra manera, no solo no te darás cuenta de problemas que vayan a surgir en un espacio de tiempo corto. También, por manipular elementos que no debes tocar, o hacerlo de manera incorrecta, puedes llegar a provocar una avería seria. Por eso lo mejor es que las revisiones las haga un experto. Por eso es recomendable que contrates algún tipo de plan de mantenimiento de calderas, que suelen ofrecer los fabricantes de las calderas, o las empresas y técnicos especializados en revisiones de este tipo de aparatos. 

Lo que se comprueba en una revisión

Cuando viene un técnico a revisar la caldera, aparte de verificar que la caldera funciona bien, realiza otras comprobaciones relacionadas para evitar problemas. Por ejemplo, analiza su seguridad. Se cerciora de que no tiene fallos que puedan llevar a un pequeño escape, ya sea de gas o de agua, y así evitar sustos o problemas. También revisará su combustión, para asegurarse de que es la correcta, y también que la evacuación de los gases que produce hacia el exterior se hace de manera correcta. Esto es, que no hay ninguna obstrucción que lo impida.

En caso de que sea así, se encargará de eliminarla. También puede que se cerciore de que no tiene debilidades o posibles fallos de cara a futuro que vayan a provocar una avería del servicio. Si pueden detectarlas, suelen sugerir su reparación o corrección antes de que se conviertan en un problema serio, e incluso una avería a gran escala. Por eso, una revisión periódica, aunque no sea obligatoria, puede ahorrarte sustos y, a la larga, dinero. 

¿Qué consigues con ello? Pues además de asegurarte de que la caldera, y la propia instalación, son seguras, también conseguirás optimizar el consumo de gas que hace. Por tanto, también la factura, dado que cuanto menos consumas, menos pagarás por tener en casa una temperatura cómoda y agradable en invierno. 

¿Cada cuanto tiempo es obligatorio revisar la caldera?

Hasta ahora hemos hablado de las revisiones voluntarias, que aconsejamos realizar cada año, justo antes de comenzar el invierno. Pero además, desde hace varios años es obligatorio revisar la caldera cada cierto tiempo. Así, según el Reglamento de instalaciones térmicas en edificios, si la caldera es de gas tendrá que pasar una revisión obligatoria cada dos años. Además, cada cinco años (cuatro en Euskadi) será necesario realizar una inspección completa de la instalación de gas.

Eso sí, solo en el caso de que no superen los 70 kW de potencia nominal, como sucede con las calderas instaladas en viviendas. En el caso de las que superen esta potencia, la revisión obligatoria será anual, aunque es muy poco probable encontrar este tipo de calderas en viviendas unifamiliares o pisos y apartamentos. Pero es el caso de las calderas instaladas para dar servicios de calefacción central en comunidades de propietarios y edificios completos, todas de alta potencia, la revisión se tendrá que llevar a cabo todos los meses. 

Pero esto solo sucede con las calderas de gas. En caso de que la que tengas instalada en tu vivienda sea de otro tipo, y funcione con gasóleo o pellets, o con otro tipo de combustible, la revisión obligatoria tendrá que realizarse cada menos tiempo: todos los años. Solo hay una salvedad: que el fabricante que la ha vendido concrete que el tiempo transcurrido entre las inspecciones tiene que ser mayor. En ese caso, lo más conveniente es respetar los tiempos establecidos por ellos. 

Esto es todo lo que tienes que tener en cuenta sobre los plazos para revisar la caldera de tu vivienda. Tanto si se trata de una inspección periódica voluntaria, como de la obligatoria, hacerlo solo te reportará beneficios, y además ahorro. Y de rebote, al tener controladas las emisiones de la caldera cuando está en funcionamiento, también será bueno para el medio ambiente. Por eso, además de las inspecciones obligatorias, ¡anímate a inspeccionar tu caldera cada año para optimizar su funcionamiento!