Instalar una red de calefacción no es una tarea sencilla. Tanto si se trata de una calefacción de radiadores como de suelo radiante, es aconsejable seguir una serie de consejos o trucos para que todo resulte más sencillo y se cumplan determinadas normas. También en instalaciones de calefacción central o individual.
Así, por ejemplo, en las instalaciones de calefacción nuevas de tipo central cada vivienda debe contar con su contador individual. Además, en las instalaciones de calefacción de gas natural mediante sistemas de agua caliente, tanto en las de radiadores como en las de suelo radiante, las calderas que deben instalarse en las redes nuevas han de ser de condensación. Se trata de modelos más caros que los que se instalaban hasta no hace mucho, las calderas estancas, pero mucho más eficientes energéticamente. Esto hace que el consumo energético de las mismas sea menor. Pero no son los únicos aspectos a tener en cuenta para que instalar una red de calefacción sea un proceso sencillo y exento de problemas.
Instalar una red de calefacción: medidas previas
Antes de comenzar a instalar una red de calefacción hay que dar varios pasos. Tanto si se va a realizar una instalación de calefacción central como de una individual. Así, por ejemplo, será necesario revisar previamente las viviendas para hacerse una idea del número de radiadores que se necesitan y de dónde situarlos.
En el caso de que la calefacción sea por suelo radiante, también para ver el tipo de obra que sería necesario realizar. Si, por ejemplo, el edificio es de nueva construcción, conviene que quienes están construyéndolo tengan claro el tipo de calefacción a instalar. De esta manera se podrá instalar antes de la colocación del suelo. Si no, será necesario levantarlo y se tardará más tiempo, además de realizar trabajos en balde.
En los sistemas de calefacción mediante radiadores en la pared, una vez decididos cuántos radiadores se necesitan toca medir en los puntos que se quieren colocar. Generalmente, bastará con colocar uno de tamaño medio en estancias no muy grandes, uno pequeño en baños y aseos y uno o dos grandes en el salón. No siempre cabrán los que se habían pensado para un punto en concreto. Si es así, será generalmente porque son más anchos, por lo que tocará instalar dos en una estancia. Eso sí, si se trata de un baño o una habitación pequeña, no es necesario que sean muy grandes para contar con la potencia necesaria para caldearla.
Si el sistema de calefacción a instalar es de suelo radiante, conviene tener en cuenta que además de la instalación de los aislantes y las tuberías de distribución en el suelo también es necesario instalar los elementos distribuidores del agua. Se colocan en alguna estancia y, generalmente, se colocarán en la pared a una altura media. No se trata de elementos muy estéticos, por lo que es habitual que estén ocultos. Habitualmente, dentro de un armario. Así que hay que buscar puntos donde colocarlos y que no se vean. Por ejemplo, dentro de armarios empotrados, en los muebles de la cocina, bajo las escaleras de una vivienda, etc.
Tras efectuar las mediciones llega el momento de dibujar en un plano cómo se desea que sea la red, con sus tuberías, radiadores y válvulas. De esta manera se podrá consultar con facilidad en caso de dudas.
Buenas prácticas en instalación de calderas
La caldera es uno de los elementos principales de un sistema de calefacción. También uno de los que ofrece más complicaciones para su instalación. Hay que tener en cuenta varias cosas para ello. Para empezar, es imprescindible instalarla en un punto en el que se le pueda conectar sin complicaciones una toma de agua fría directamente de la red. También hay que conectarle el gas, y engancharla al tubo de retorno de los radiadores. Y a un tubo de salida de agua caliente para los grifos y radiadores. O bien, para el circuito de agua del suelo radiante. Además hay que tener en cuenta que ha de estar lo más cerca posible de una pared exterior ya que hay que sacar por ella el tubo de evacuación de gases.
Por otro lado, también hay que tener en cuenta que las calderas de condensación necesitan evacuar agua de manera constante cuando están en funcionamiento (aunque son pequeñas cantidades). Por ello habrá que instalarla de manera que el tubo que lleva para ello pueda conectarse a un desagüe y evacuar líquido sin problemas. Para cumplir esta serie de necesidades, lo más habitual es buscar un punto en el que quepa la caldera con cierta holgura, y hacerlo en la cocina. Es la estancia en la que menos problemas habrá para cumplir todos estos requisitos.
Add Comment