La calefacción acostumbra a ser una fuente importante de gasto de energía. Por lo tanto, a la hora de hacer una reforma integral, o de renovar completamente el sistema de calefacción, conviene valorar con cuidado las opciones disponibles para poder contribuir con su cambio al ahorro de energía. Para ello es necesario no sólo estudiar los distintos tipos de calefacción que existen. También hay que tener en cuenta si los distintos componentes necesarios para su instalación pueden incidir aún más en un ahorro en la factura de la luz.
Así, tenemos tanto sistemas de calefacción que pueden ahorrar más energía de otros, como componentes de los sistemas que pueden contribuir a una rebaja del consumo de la energía. Entre los primeros se encuentra la calefacción de suelo radiante. Y entre los elementos que pueden ahorrar energía en función de la elección, están los radiadores.
Calefacción de suelo radiante y ahorro de energía
La calefacción de suelo radiante puede sonar a descubrimiento reciente, pero no es así. Se trata de uno de los sistemas más antiguos para calentar un local o una vivienda que existen. Se caracteriza por ser un sistema que calienta sin que haya nada a la vista que indique que hay un sistema de calefacción haciendo su trabajo. Esto se debe a que los sistemas que dan calor se colocan en el suelo, debajo del piso. Por lo tanto, el calor se emite desde la parte inferior de una estancia hacia arriba.
Hay dos tipos: calefacción por suelo radiante eléctrica y a base de agua. Estos últimos implican la colocación de tuberías especiales bajo el piso por las que circulará agua caliente cuando se active la calefacción. La primera emite calor a través de un cableado especial que está bajo el suelo. En ambos casos, la calefacción funciona a baja temperatura y se mantiene constante a unos 29 grados de temperatura. Y ¿Cómo saber a qué temperatura está la calefacción y poder controlarla? Pues mediante un termostato integrado en la pared.
De esta manera, dado que la temperatura de este tipo de calefacción se mantiene constante y no es muy elevada, se logra un menor consumo energético que con otros sistemas de calefacción. Tanto, que la factura puede ser un 15% inferior que utilizando otros sistemas de calentamiento. Pero esta no es la única ventaja que ofrece la calefacción por suelo radiante. Además de ser energéticamente eficiente, permite un reparto más igualado del calor. Por otro lado, al no alcanzar una temperatura tan elevada como otros sistemas, no reseca tanto el ambiente como en otros casos. Por lo tanto, la sensación de confort en los locales y las viviendas en las que se instala, es mayor.
Los radiadores y la eficiencia energética
Como hemos visto, la calefacción de suelo radiante consigue un importante ahorro de energía. Pero no siempre es viable instalarla. Por lo tanto, toca acudir a los componentes de la calefacción que si pueden hacer que el consumo necesario para calentar ambientes sea menor. Los principales, los radiadores.
Los radiadores convencionales consumen bastante, pero en la actualidad hay diversos modelos de radiadores que tienen un consumo mucho mas bajo. Están disponibles para diversos sistemas de calefacción, aunque destacan especialmente los pensados para sistemas eléctricos. Y se caracterizan por permitir una regulación de la temperatura a la que pueden emitir calor. Todo gracias a la integración de un termostato, que permite modificar la temperatura máxima a la que pueden estar.
Cuanto más baja sea eta temperatura, menor energía se consumirá. Aunque tengan que estar encendidos durante más rato. Eso sí, también es fundamental que se tengan en cuenta una serie de circunstancias en torno a los radiadores para conseguir que el calor que emiten se distribuya bien. Entre ellas, que el espacio que quede alrededor de ellos esté despejado.
Además, también es necesario vigilar que la estancia donde se encuentran no tengan pérdidas de calor. Para ello hay que revisar que no haya grietas entre las paredes y las ventanas. También que estas están correctamente aisladas. Las ventanas son una de las mayores fuentes de pérdida de calor, por lo que hay que vigilar que cuando cierran quedan bien selladas.
Como hemos visto, tanto la elección de radiadores como la instalación de un sistema de calefacción por suelo radiante pueden incidir de manera notable en el consumo energético, es por eso que lo más recomendable es contactar con un equipo especialista en reformas e instalaciones. Si es posible instalar este tipo de calefacción o radiadores de bajo consumo, no sólo se gastará menos energía. También se apreciará una reducción bastante notable en la factura.
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