La eficiencia energética es un aspecto esencial de la estrategia europea para un crecimiento sostenible, y una de las formas más rentables para reforzar la seguridad del abastecimiento energético.
El Ministerio de Energía ha publicado la propuesta de Real Decreto por el que se regula la contabilización de consumos en instalaciones térmicas centralizadas de edificios, con el fin de terminar de trasponer la Directiva 2012/27/UE, obligando a la contabilidad individualizada de consumos en todas las instalaciones térmicas, incluidas en una instalación centralizada.
Una de las fuentes de ineficiencia energética es el reparto no igualitario de la calefacción en un sistema centralizado, sin control termostático y sin el equilibrado hidráulico. Independientemente de su grado de utilización o de si una vivienda tiene algún sistema de eficiencia energética, todos los propietarios reciben las mismas horas de calefacción y en las mismas condiciones, pagando lo mismo, porque el reparto de costes se asigna por coeficiente. Esta situación desincentiva el ahorro y la eficiencia energética.
Entre las funciones típicas de control de un sistema de calefacción y climatización están:
- Equilibrar hidráulicamente el sistema
- Regulación individual del usuario
- Medición del consumo de energía
Para adecuar una instalación de calefacción y conseguir un rendimiento óptimo, es recomendable la utilización de válvulas de equilibrado, contadores de calorías o energía, e instalar válvulas de radiador con cabezales termostáticos.
La medición de consumos depende del sistema de distribución. Podemos encontrar dos modelos:
- Sistema en anillo. Existe un único punto de entrada y de salida para las tuberías de calefacción.
- Sistema por columnas. La principal característica es que la distribución se realiza por columnas verticales, sin que exista una separación por viviendas.
Todos los sistemas de calefacción requieren determinados componentes para poder realizar la función de transferencia y distribución de calor desde el acumulador central hasta las unidades terminales. Disponer de los datos del consumo posibilitan un sistema de facturación transparente tanto para los proveedores como para los usuarios finales. Una correcta medición aporta un mayor grado de satisfacción al usuario, motivándolo a utilizar de una forma más eficiente el consumo de energía.
¿Cómo mejorar la eficiencia energética en instalaciones de calefacción?
Toda instalación térmica que dé servicio a más de un usuario debe disponer de algún sistema que permita el reparto de los gastos correspondientes a cada servicio (calor, frío y ACS) entre los diferentes usuarios. El sistema previsto debe permitir regular y medir los consumos.
Sistema de anillo
La contabilización de consumos de calefacción en sistemas de distribución en anillo se realiza mediante un contador de calorías, que mida el consumo de calor o refrigeración de cada vivienda. El dispositivo incorpora un contador de agua, dos sondas de temperatura y una unidad electrónica totalizadora que calcula la energía que se consume.
En el mercado se puede encontrar contadores de chorro único y por ultrasonidos. El sistema de lectura se puede realizar de forma manual o de forma remota, enviando la información a través de un sistema M-Bus o por red inalámbrica.
Medición individual remota de consumos
Sistema por columnas
Con el sistema por columnas, en cada vivienda existen varios puntos de entrada y de salida de agua caliente empleada para la calefacción. En este caso, la contabilización se complica porque no es factible instalar un contador de energía para cada radiador.
En este caso, se utilizarán repartidores de costes para medir el consumo de calor de cada radiador.
Regulación individual
Para permitir al cliente final la regulación de su consumo individual, además, es necesario instalar válvulas con cabezal termostático. La válvula con cabezal termostático cierra automáticamente el radiador cuando se alcanza la temperatura deseada y de forma independiente, para mantener constante la temperatura ambiente, con el consiguiente ahorro energético.
Hay estudios que estiman un ahorro energético de hasta un 25% utilizando estas válvulas. A la hora de elegir, seleccionar válvulas que proporcionen un control óptimo de los circuitos de calefacción. Para ello, el cabezal termostático debe disponer de la certificación TELL clase A.
Equilibrado hidráulico
Por otro lado, no se puede olvidar la instalación de válvulas de equilibrado para conseguir una uniformidad de caudal en el circuito. Se pueden colocar equipos muy eficientes o con un bajo consumo energético, pero si la instalación no está correctamente equilibrada, nunca podrán dar su máximo potencial, porqué la instalación no tendrá un funcionamiento homogéneo.
El equilibrado de circuitos de calefacción es una necesidad para garantizar una distribución uniforme y controlada de la energía en toda la red. Una instalación correctamente equilibrada aporta las siguientes ventajas:
- Eficiencia energética
- Máximo confort
- Reducción de ruidos
- Protección de los elementos terminales
Con las válvulas de equilibrado, las válvulas termostáticas son más eficientes. Si la instalación no está correctamente equilibrada, también repercute, inevitablemente en la parte del mantenimiento.
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