Las ayudas para reformas y rehabilitación de viviendas y locales están disponibles en varias administraciones. Te indicamos cuáles son las principales opciones que existen.
Ayudas para reformas y rehabilitación
Los niveles de ayudas para reformas y rehabilitación de reformas son de tres tipos: estatales, autonómicas y locales. En segundo lugar, pueden ser para barrios, edificios o viviendas. Y, por otra parte, hay que señalar que estas pueden ser mediante una subvención directa o mediante ventajas fiscales.
Es cierto que los plazos de convocatoria de las ayudas vinculadas a los fondos Next Generation se están agotando, pero existen otras opciones. Aquí nos vamos a centrar en las ayudas para reformas y rehabilitación de viviendas. Esta es una lista de posibilidades disponibles:
1. Ayudas para reformas estatales
Los dos principales ejes de las ayudas para reformas estatales son el denominado Programa de Rehabilitación Residencial, aprobado en 2021 con los fondos europeos Next Generation, y las rebajas fiscales en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
El Programa de Rehabilitación Residencial, en un primer momento, estaba concebido hasta finales del año 2023. Sin embargo, el Estado, a través de las Comunidades Autónomas, permite que se hagan solicitudes durante el año 2024 para recibir las ayudas. Estas pueden ser de entre el 20 y el 60 % de deducción en el IRPF, lo que conviene tener en cuenta. Y, además, esto está sujeto a unos requisitos y a presentar una memoria y unos presupuestos, entre otros elementos.
Ahora bien, existen unos límites generales para estas ayudas que determinará cada autonomía. Asimismo, las ayudas son excluyentes, porque no puedes optar a más de una simultáneamente. También se debe indicar que, en algunos lugares, loa convocatoria ya ha expirado.
Rebajas fiscales por rehabilitación de viviendas
Las rebajas fiscales por rehabilitación y reforma de viviendas habituales en cuestiones energéticas y mejorar su calificaciónson de tres tipos y se aplican en los supuestos de obras para reducir la dependencia energética (calefacción y aire acondicionado), para las mejoras de consumo de energía primaria no renovable y para las obras de rehabilitación energética. Las deducciones fiscales en el IRPF son, respectivamente, del 20, 40 y 60 %.
No obstante, las bases máximas a las que se puede optar varían según el territorio. En algunos casos, por ejemplo, la cantidad máxima que se podría deducir es de 5.000 euros en la declaración de impuestos.
2. Ayudas autonómicas
Las ayudas autonómicas son de dos clases. En primer lugar, debemos señalar que son las autonomías las que administran las ayudas del Plan de Rehabilitación Residencial estatal. Además, algunas Comunidades Autónomas ofrecen ayudas específicas en sus respectivos territorios, como por ejemplo…
- Subvenciones y deducciones por la sustitución de calderas de gas butano por gas natural, hasta en 10 autonomías. En Aragón y la Comunidad de Madrid, 350 euros; en Castilla-La Mancha, 400 euros; en Asturias, 450 euros; territorios como Castilla y León y Extremadura, 500 euros; la Región de Murcia da 600 euros y, finalmente, la Comunidad Valenciana, 800. Otras autonomías cubren un porcentaje del coste, como Andalucía (40 %) o aplican una deducción fiscal, como Navarra (20 %).
- Subvenciones para rehabilitación de viviendas en zonas poco pobladas. Algunas Comunidades Autónomas, como Castilla-La Mancha o Extremadura, proporcionan ayudas y subvenciones para restaurar viviendas en zonas rurales. Esta es una alternativa para rehabilitar un hogar de forma económica.
Los criterios de concesión y temporales de estas ayudas pueden variar mucho según el caso. De ahí que te recomendemos que consultes el boletín oficial de tu comunidad para evitar malos entendidos.
3. Ayudas locales
Algunos ayuntamientos, en especial grandes ciudades, también proporcionan ayudas para reformas o rehabilitación de viviendas. En especial, podemos hablar de los siguientes ejes de actuación:
- Subvenciones para asegurar la accesibilidad. Esto es importante, sobre todo, en personas mayores o con movilidad reducida. No en vano, la legislación garantiza este derecho, de forma que se pretende garantizar.
- Subvenciones para adecuar las condiciones de habitabilidad de las viviendas. Esto se aplica, sobre todo, para viviendas antiguas. También se debe decir que algunas de estas ayudas se ajustan a determinados niveles de renta.
- Subvenciones para restaurar viviendas. Esto se aplica, preferentemente, en inmuebles de más de 50 años de antigüedad, aunque puede haber otros márgenes según el caso.
- Subvenciones para reducir las emisiones de gas radón o para reducir el ruido generado. Se busca, aquí, evitar la contaminación.
- Subvenciones para la restauración de fachadas. Es una posibilidad que se aplica en bienes catalogados, pero, también, para edificios de una cierta antigüedad.
Al tratarse de ayudas locales, aquí se aplicaría el criterio de subvención directa. Y esto está concebido para viviendas particulares, sobre todo. Eso sí, esto dependerá de la ordenanza de cada ayuntamiento, así que te recomendamos que preguntes directamente.
En resumen…
Las ayudas para reformas o rehabilitación te pueden ayudar a ahorrar una cantidad importante en las viviendas. Por lo tanto, tener información puntual y actualizada es esencial, sobre todo porque el año 2024 es un momento de inflexión.
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