Un termostato es uno de los elementos principales en la instalación de calefacción de una vivienda. Tanto si se trata de un sistema de calefacción con radiadores como de uno de suelo radiante, entre otros sistemas, su presencia es básica para el funcionamiento correcto del sistema. Hace algunos años, todos los que se instalaban eran analógicos. Después llegaron los primeros digitales, pero con muy pocas funciones más, aparte de una pantalla más vistosa. Básicamente, dejan seleccionar la temperatura exacta a la que debe apagarse la calefacción. Y ya está. En cualquier caso, con ellos, para encender la calefacción era necesario estar físicamente en la misma estancia que el termostato. Y no contaba con muchas más funciones. Algo que cambió con la llegada de los termostatos inteligentes.
Estos termostatos siguen teniendo como misión principal el control de la temperatura de las estancias en las que se enciende la calefacción. Pero tiene otras muchas que añaden ventajas para quienes instalado uno en su casa. Y es que instalar termostatos inteligentes en la vivienda de tus clientes es más que recomendable, no solo por modernizar un sistema que probablemente esté obsoleto. Descubre por qué es ventajoso y aconsejable hacerlo.
Termostatos inteligentes: qué son
Los termostatos inteligentes son unos aparatos que básicamente tienen el mismo fin que los convencionales, esto es, controlar la temperatura de la vivienda o estancia en la que está instalado el sistema. Se integran en un punto del sistema de calefacción y controlan el encendido y apagado de la calefacción cuando se cumplen determinadas circunstancias. Se caracterizan por contar en prácticamente todos los casos con una pantalla de control desde la que manejarlos. No obstante, muchos cuentan también con una aplicación para smartphone o tablet desde la que se puede manejar a través de Internet.
Pueden tener cables o ser inalámbricos, y conectarse o no a otros sistemas de control. Además, también tienen que contar con conectividad WiFi, lo que hace que para poder manejarlos de manera remota sea necesario conectarlo a la red doméstica. Si no, para manejarlo habrá que recurrir al sistema tradicional: colocarse frente al termostato y seleccionar el encendido, apagado o temperatura de manera manual. No como sucede con los termostatos analógicos ni los primeros digitales, que no ofrecían otra opción que mover una rueda o tocar unos botones para programarlos, encender o apagar el sistema.
Los termostatos inteligentes no tienen por qué ser caros, lo que hará que cuando quieras instalarlo en un sistema puedas vencer la resistencia del propietario de la vivienda a instalarlos. Los hay de muchos tipos y con diversas prestaciones, y se puede comprar un termostato inteligente básico por poco más de 20 euros. Eso sí, los modelos más potentes y que ofrecen más prestaciones pueden llegar incluso a superar los 200 euros. Por tanto, como puedes ver, hay termostatos inteligentes para prácticamente cualquier presupuesto.
Cómo funcionan los termostatos inteligentes
Los termostatos inteligentes, además de permitirte encender y apagar la calefacción tanto de forma presencial como a distancia, también dan la oportunidad de programarlo. Esto es, planificar su encendido incluso con días de antelación, para asegurar que estará o no funcionando, y a la temperatura deseada, cuando lo necesites. Además, se pueden controlar incluso cuando quienes viven en la casa están fuera de ella. Solo necesitan un móvil o un tablet con conexión a Internet para poder hacerlo.
Tanto cuando se enciende o apaga in situ como cuando se activa a distancia, el funcionamiento de los termostatos inteligentes es bastante sencillo: se enciende para calentar la estancia y se elige entonces la temperatura a la que se quiere que esté la casa. Cuando el sistema detecte que se ha alcanzado dicha temperatura, se apagará automáticamente. Eso sí, siempre y cuando no se haya decidido apagar antes la calefacción mediante una programación de la hora de apagado.
Este es su funcionamiento básico, pero además, los modelos más modernos permiten su integración con diversos sistemas domóticos. Con ellos, los termostatos inteligentes contarán con funciones y facilidades adicionales. Eso sí, no todos los modelos de termostatos inteligentes son compatibles con ellos, por lo que si quieres manejarlos, por ejemplo, con la voz, tendrás que consultar, antes de comprarlos, si pueden utilizarse con asistentes como Amazon Alexa o Google Assistant.
Ventajas de su instalación
Como hemos mencionado, los termostatos inteligentes ofrecen bastantes ventajas con respecto a los convencionales. Ya no se trata de que sean digitales, lo que permite seleccionar la temperatura concreta que se quiere alcanzar con más precisión que en el caso de los analógicos. Es que ofrecen muchas funciones que aportan comodidad y versatilidad al sistema de calefacción. Y además, también inciden en el nivel de confort de los habitantes de la vivienda. Por no hablar de las facilidades que aporta.
Eso sí, al principio puede que tengas que realizar ciertos ajustes para que empiece a funcionar correctamente y con todas sus funciones a punto. Además, aprender a manejarlo puede resultar un poco complicado al principio, pero por las posibilidades y funciones que ofrece merece la pena invertir un poco de tiempo en conocer su funcionamiento.
Este tipo de termostatos no requieren estar frente a ellos ni tener que tocarlos para manejarlos. Se puede hacer todo a través de un teléfono inteligente. O de un tablet. Eso sí, para ello cualquier dispositivo tendrá que cumplir dos requisitos: tener instalada la app que permite controlar el funcionamiento del termostato y contar con conexión a Internet. Ya sea a través de una WiFi o de una conexión de datos móviles. Por tanto, puede gestionarse la calefacción y su funcionamiento tanto dentro como fuera de casa.
¿Qué puedes conseguir con esto? Pues entre otras muchas cosas, encender la calefacción una hora antes de llegar a casa y que la vivienda esté ya caldeada y con una temperatura agradable cuando llegues a ella. Esto, que puede parecer trivial, es de agradecer en días muy fríos cuando no ha habido nadie en la casa durante horas y la temperatura ha caído en picado. No es lo mismo llegar a casa y descubrir que hay 15 grados en ella que tener 23 nada más entrar por la puerta.
Por otro lado, seguro que en más de una ocasión te has marchado y te has olvidado de quitar la calefacción. Pues con los termostatos inteligentes no hay problema, ya que puedes apagarla a distancia en cuanto te des cuenta. Así no consumirás más de la cuenta y podrás ahorrar energía en casa. Y en cualquier caso, en cuanto el sistema alcance la temperatura deseada, se apagará automáticamente.
El colmo de la comodidad llega con los termostatos inteligentes compatibles con los asistentes de voz de Google o Amazon, entre otros. Con ellos bastará con, una vez conectado el termostato al sistema y a la WiFi, activar al asistente en cuestión y pedirle con una orden que encienda o apague la calefacción. O bien que suba o baje su temperatura tope. Podrás hacerlo desde cualquier punto de la vivienda. Solo tendrás que estar dentro del alcance de los asistentes para que puedan responder tu petición.
¿Por qué instalar termostatos inteligentes a sus clientes?
En muchos sistemas de calefacción de cierta antigüedad, el termostato que controla su activación y temperatura es analógico. Cuando se sustituye una caldera o se hacen cambios en el sistema de calefacción, en muchos casos es necesario, o aconsejable, actualizar el termostato. Muchos deciden no hacerlo por diversos motivos, como la subida de la factura que habrá que pagar, problemas si es más pequeño que el anterior y se ven diferencias de pintura o acabado de la pared al poner uno nuevo, etc. Pero también puede ser por desconocimiento de todas las ventajas que puede aportarles un nuevo termostato inteligente.
A las ventajas mencionadas se unirá otra que desmontará además completamente la idea de que los termostatos inteligentes suponen un gasto extra. Puede que inicialmente sí lo sea, pero a la larga saldrán ganando. Gracias a que podrán contar con un mayor control de su funcionamiento, y desconectar la calefacción incluso fuera de casa, harán que su calefacción consuma menos. Por tanto, las facturas de gas y/o electricidad que recibirán serán menores. Además, nunca volverán a encontrar su casa fría cuando han estado fuera si así lo creen conveniente.
Al contrario de lo que creen, la sustitución de un termostato por otro no es una tarea que lleve demasiado tiempo. Sí es una tarea de precisión que tiene que realizar un profesional, pero el aparato estará en su lugar y funcionando antes de lo que creen. Después solo habrá que ajustar un poco su configuración y aprender a manejarlo. Por lo demás, con estos termostatos habrá que tomar precauciones muy parecidas a las que se toman con los modelos convencionales.
Sobre todo relacionadas con la temperatura ideal en cada caso, a la que se quiera apagar la calefacción. Para que la sensación de confort térmico en la vivienda sea completa, hay que tener cuidado de que no sea muy elevada. Tampoco muy baja. Y combinar esto con el ahorro de energía para que la factura no se dispare. Pero eso ya depende de cada usuario una vez tenga instalados y en funcionamiento uno de los termostatos inteligentes que hay en el mercado. Todos aportan tantas ventajas, que instalarlos en la vivienda de tus clientes se convertirá en algo habitual al instalar o reparar instalaciones de calefacción. Por eso ¡anímate a explicar a tus clientes las ventajas de su instalación!
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