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¿Necesitas ahorrar luz? Haz estos ajustes en el termostato

El precio de la luz es bastante elevado. Por tanto, ahorrar luz se ha convertido en una necesidad para miles de hogares. Pero claro, también hacerlo sin tener que reducir el nivel de confort de la vivienda. Se trata de bajar el consumo y, por tanto, la factura, sin perder comodidad. Para ello puedes tomar una serie de medidas consideradas como clásicas: instalar bombillas LED, no tener más luces encendidas que las necesarias o tener cuidado con los electrodomésticos. Pero también puedes tomar otras que no son tan evidentes, y que también contribuyen a rebajar el consumo. Por ejemplo, hacer ajustes en el termostato de la calefacción para reducir el consumo. 

Ajustes en el termostato: cuida la temperatura

La primera de las medidas para ajustar correctamente el termostato que tienes que tomar es regular su temperatura. Es decir, tienes que elegir la temperatura ambiente a la que la calefacción dejará de funcionar por un rato, hasta que se baje de ella. Pero, ¿qué temperatura es esta? Pues la considerada como la temperatura ideal y óptima para el confort.

En invierno, esta es de entre 21 y 23 grados durante el día. Por la noche, a la hora de ir a dormir, esta temperatura será menor. En este momento, la temperatura del termostato tiene que estar entre los 17 y los 19 grados, aunque hay quien estima suficiente colocar la temperatura entre 15 y 17 grados. Por tanto, recuerda bajar el termostato de la calefacción siempre por la noche, y volver a subirlo ligeramente durante el día. 

Si la calefacción sube por encima de esos 23 grados, además de consumir más, la sensación en el interior de la vivienda será de mayor incomodidad. La calefacción tiende a resecar el aire que circula en ella, y cuanto mayor es la temperatura a la que esté puesta, más sequedad, y por tanto menor confort, habrá en el ambiente. Evítalo regulando la calefacción. Además de estar más cómodos, reducirás la factura alrededor de un 7% por cada grado que la bajes. 

Hacer ajustes en el termostato en función del precio de la electricidad

Este ajuste es algo que agradecerás, especialmente si tienes calefacción eléctrica. Durante el día, y también en función del día de la semana, el precio de la electricidad varía. Así, si estamos en un periodo valle, la electricidad será más económica que en hora punta. Por eso, en la medida de lo posible, bajar la calefacción, o quitarla durante las horas punta, reducirá tu factura y el consumo de energía eléctrica

Por lo general, en fin de semana y días festivos solo hay horas valle, y la electricidad es más económica. Durante los días laborables, la cosa cambia. Generalmente, la hora valle se da a partir de medianoche y hasta primera hora de la mañana. Pero en estos días hay otras horas con un precio intermedio entre el de las horas punta y las valle. Hablamos de las horas llano. Son las dos o tres que siguen a las horas valle por la mañana, las que hay a partir de la hora de comer y las dos o tres previas a medianoche, cuando empiezan las horas valle.

Generalmente, son horas punta las comprendidas entre las 10 de la mañana y la una del mediodía, y las que van desde las seis de la tarde hasta las nueve o diez de la noche. En definitiva, las que están consideradas de mayor consumo doméstico, especialmente por la tarde. Por eso es importante poner la calefacción con mayor potencia fuera de las horas punta. Será más económica, sobre todo si es eléctrica. Si no quieres estar pendiente y cuentas con sistemas de temporizado y de programación para el ajuste de la calefacción, prográmalos para que la calefacción suba o baje en función de la hora y el día. 

Instalar termostatos programables

La instalación de un termostato programable puede suponer un ahorro en electricidad más importante del que crees. Especialmente, de nuevo, si tu calefacción es eléctrica. Por muchos motivos. El principal es que podrás programarlo, incluso a distancia en función del modelo, para que la calefacción se encienda y se apague a voluntad. No solo permite evitar que llegues a casa y esta esté fría. También que te la puedas dejar encendida por un descuido, algo bastante frecuente cuando se tiene un termostato manual. O bien durante la noche o cuando sales de casa. 

Con un termostato programable puedes ajustar a qué horas quieres que funcione, que se apague a una hora determinada por la noche e incluso decidir que se encienda una hora antes de que llegues a casa. Pero también prepararlo para que solo se encienda en las horas de menor consumo. En definitiva, los ajustes en el termostato que te permite hacer te da un control casi absoluto sobre el funcionamiento de la calefacción. De esta manera podrás prepararla para ahorrar luz y bajar el precio de tu factura. ¡No te olvides de ajustar el termostato!

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STH

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