Conseguir que una vivienda sea eficiente en cuanto al consumo de energía no es algo que se pueda lograr de la noche a la mañana. Hay que tomar medidas para lograrlo, bien durante una reforma o mediante ciertas modificaciones de hábitos y sistemas. A continuación te mostramos cinco acciones que puedes tomar para conseguir una casa energéticamente eficiente.
Acciones para conseguir una casa energéticamente eficiente
Las cinco acciones más destacadas que puedes desarrollar para conseguir elevar el nivel de eficiencia energética de tu casa son las siguientes:
1 – Mejorar el aislamiento de la vivienda
La primera medida para conseguir una casa energéticamente eficiente que tienes que tomar es mejorar su aislamiento del exterior. Una vivienda con un buen nivel de aislamiento no está tan afectada por el frío y el calor del exterior. Además, será más complicado que deje escapar el calor interno en los meses más fríos, lo que ahorrará energía en invierno. También evitará mejor la entrada de calor del exterior en verano.
Eso quiere decir que en el interior la temperatura será siempre más agradable que si la vivienda está mal aislada. Esto lleva a que como en invierno hará menos frío en ella, no será necesario poner tanto la calefacción. Y que en verano se estará algo más fresco, lo que llevará a menor consumo de aire acondicionado. En definitiva, a un menos gasto en climatización, y a un ahorro de dinero.
Para mejorar el aislamiento de una casa es necesario revisar si las ventanas, puertas al exterior, paredes y techo cuentan con un buen nivel de aislamiento. En el caso de las ventanas y puertas, con el tiempo van perdiendo los elementos que hacen que protejan el interior de una vivienda cuando se cierran. Por eso conviene revisarlas a fondo y, si están deterioradas, cambiarlas. Solo con esto ya mejorará notablemente el aislamiento.
En muchos casos, los techos y las paredes que dan al exterior no están aislados correctamente ya desde su construcción. Sobre todo si la casa tiene algunas décadas. En este caso, la obra será bastante grande, por lo que lo mejor es que aproveches para mejorar su aislamiento cuando efectúes una reforma integral.
Pero a veces no es necesario hacer una obra para mejorar el aislamiento. Puede que haya filtraciones de aire que tengan su origen en una pequeña grieta en el borde de una ventana. En estos casos, cuando la encuentres, basta con utilizar un poco de masilla, e incluso con silicona, para taparla.
2 – Cambia la caldera por una más eficiente
Si tu caldera tiene ya varios años, es probable que necesites cambiarla por un modelo más eficiente en cuanto a consumo de energía. Sobre todo si tu calefacción es de gas y no tienes un modelo que funcione por condensación. Estos son más eficientes, y por tanto no necesitan consumir tanta energía para hacer funcionar la calefacción. Ni para regular la temperatura del agua caliente.
Por eso no solo ahorran en energía eléctrica y gas. También permiten ahorrar en consumo de agua. Todo sin perder una temperatura confortable en las viviendas en infierno. Ni tener que sacrificar temperatura del agua cuando se necesita.
3 – Revisa la calefacción y el aire acondicionado
Los sistemas de climatización que funcionan de manera inadecuada son una de las principales fuentes de pérdida de eficiencia energética si no funcionan correctamente. Por eso hay que revisarlos cada cierto tiempo: para comprobar que funcionan de manera adecuada. Si no se hace, es posible que ciertos problemas de funcionamiento que inciden en el consumo de energía de ambos pasen desapercibidos. Y lo que es peor: que se conviertan en averías que van empeorando con el tiempo hasta que el sistema de climatización en concreto deja de funcionar.
Por eso es importante realizar una revisión periódica de la calefacción y del aire acondicionado. Es mejor que los lleve a cabo un experto, que detectará cualquier problema, por pequeño que sea. Si revisas los sistemas cada año, conseguirás que un pequeño escape no vaya a mayores, y por tanto no se convierta en una avería grave, ni ocasione un gasto excesivo de energía.
4 – Cuidar que la temperatura sea siempre la adecuada
Para que una casa sea energéticamente eficiente tienes que procurar que esté siempre a la temperatura adecuada. Esto pasa por tener siempre a punto la calefacción y el aire acondicionado. Pero también por regular los radiadores. Por ejemplo, por cerrar el paso a los que están en habitaciones vacías, para que no calienten espacios inútilmente. También puedes colocar válvulas termostáticas en los radiadores. Así podrás regular la temperatura de cada estancia, controlando la temperatura máxima a la que puede calentar cada uno.
5 – Aprovecha al máximo la luz natural
Las casas energéticamente eficientes también se caracterizan por aprovechar todo lo posible la luz natural. Y se puede conseguir mejorar, solo con unos pequeños cambios. Por ejemplo, abriendo las cortinas cuando hay más luz. O si son muy gruesas, cambiándolas por unas con telas más ligeras y que dejen pasar mejor la luz. También es importante pintar las paredes de colores lo más claros posible, para que absorban mejor la luz natural.
Estas cinco acciones son muy importantes para conseguir una casa energéticamente eficiente. Algunas son muy sencillas y básicas, y hacerlas no te llevará ni mucho tiempo ni mucho dinero. Por eso, ¡no las dejes pasar y consigue una casa energéticamente eficiente!
Add Comment