Un calentador es uno de los elementos más importantes a la hora de lograr el máximo confort en un hogar. Gracias a ellos se consigue contar con una temperatura agradable a la hora de ducharse o lavarse las manos. Tanto en invierno como en verano. De ellos, algunos de los modelos más populares son los que funcionan con gas como fuente de calor para el agua caliente sanitaria que se desplaza por el circuito que lleva a las duchas y a los grifos de cocina y baños. Su mantenimiento es bastante sencillo, y su mecanismo de funcionamiento también, pero es necesario conocer algunos detalles para conseguir que un calentador de gas funcione de manera corriente. Uno de los más importantes es quizá conocer la presión de agua necesaria, y también la más adecuada, que debe tener el calentador de gas. Te mostramos cuál es.
Calentador de gas: sin presión adecuada, problemas
Como hemos mencionado, si el calentador de gas no tiene la presión de agua adecuada, o no funcionará bien o no lo hará en absoluto. Además, es probable que sufra averías. Por eso es importante que conozcas cuál es la presión más adecuada para él. No solo para que funcione a la perfección. También para que no sufra de manera innecesaria y funcione de manera óptima durante más tiempo. Con la presión adecuada, por eso, un calentador de gas resulta más económico de mantener. No tendrás que recurrir a un técnico en tantas ocasiones, así que ahorrarás dinero en mantenimiento.
Para evitarlo tendrás que comprobar periódicamente que la presión a la que se encuentra el calentador de gas es la adecuada. Pero ojo, no tienes que hacerlo cuando está en funcionamiento, ya que su presión puede aumentar un poco cuando está funcionando, lo que desvirtuará la comprobación. Pensarás que la presión en reposo del calentador es más alta de la que es en realidad, y puede que creas que si hay un funcionamiento deficiente se deba a otro motivo y no a una presión más baja que la que debería ser.
Cuál es la presión adecuada
Hasta ahora hemos comentado que una presión demasiado baja puede dar lugar a averías o problemas de funcionamiento. Pero también puede darlos una presión más elevada de lo aconsejable. En este caso, una presión muy alta puede dar lugar incluso a fugas de agua en el calentador e incluso a escapes de agua en la conducción. También a problemas en la conducción de agua caliente sanitaria. Por eso es quizá más importante que vigiles que la presión no está muy por encima de los valores recomendados.
En concreto, el valor recomendado para la presión de un calentador es 1,5 bares, aunque puede estar muy ligeramente por debajo o por encima. Si la presión está por encima de dicho valor, es imprescindible rebajar la presión del calentador, de la manera que recomiende su fabricante. Generalmente, se trata de un proceso sencillo, así que podrás realizarlo tu mismo solo con tener un poco de cuidado. En caso de que la presión sea escasa, tendrás que hacer que suba. Para ello también el fabricante te dirá cómo proceder. Pero si no lo consigues, puede que haya alguna obstrucción en las tuberías. Habitualmente, este problema se da en el serpentín del circuito. En caso de que esté obstruido, tendrás que eliminar la obstrucción, limpiando y eliminando los restos que bloquean el flujo normal del agua.
Eso sí, en caso de que tengas la más mínima duda sobre cómo realizar las tareas de equilibrado de la presión, llama al servicio técnico para que acudan a tu casa y solucionen el problema. Te costará dinero, pero evitarás quebraderos de cabeza e incluso problemas y averías por una mala manipulación. Por eso, muchos fabricantes ofrecen un servicio de mantenimiento periódico, con el que contarás con una revisión del calentador de gas cada cierto tiempo, y que puede llegar a incluir hasta el cambio de piezas y determinadas operaciones de optimización y ajuste.
Pero lo más recomendable es realizar comprobaciones periódicas del nivel de presión del agua del calentador de gas. Para ello solo tienes que mirar la pantalla del manómetro medidor de presión que incorpora el calentador. El valor de la presión en ese momento aparecerá en su pantalla. En función de cuál sea, tendrás que rebajar o aumentar la presión. O, si es la correcta, no hacer absolutamente nada. Eso sí, como hemos mencionado, es importante realizar cualquier tipo de operación de la manera que dice el fabricante del calentador.
Por eso es muy importante tener a mano las instrucciones del calentador de gas. Eso sí, no se trata de acciones complicadas en ningún caso. Muchas podrás realizarlas tu mismo, sin necesidad de que intervenga ningún experto de su servicio técnico. Por eso revisa cada cierto tiempo el calentador para tener la presión a raya y ¡anímate a realizar las operaciones de mantenimiento del calentador de gas relacionadas con la presión del agua tu mismo!
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