Medidas de seguridad a tener en cuenta en instalaciones de gas
Guía Práctica

Medidas de seguridad a tener en cuenta en instalaciones de gas

Al trabajar con instalaciones de gas hay que tener presentes ciertas normas de seguridad básicas. Tanto si se van a revisar el estado de calderas y conducciones como si se va a hacer una reparación, o a cambiar la instalación, hay que tomar precauciones. Por descontado, cualquier manipulación de las instalaciones debe realizarla un profesional debidamente autorizado para ello. Son instalaciones que, si se manipulan incorrectamente, pueden derivar en problemas graves. Por lo tanto, es mejor no jugársela.

Aparte de estas normas al trabajar en una de estas instalaciones, hay que tener en cuenta que deben cumplir una serie de normas mínimas para evitar problemas que puedan llevar a explosiones o incendios. Las instalaciones de gas han de ser siempre totalmente estancas. Así se evita que un pequeño escape pueda acabar originando una explosión. Además, en ellas, incluso en las domésticas, es necesario disponer de un sistema que facilite la ventilación. Por eso suele haber rejillas abiertas en las estancias en las que están instaladas las calderas de gas. Generalmente, en las cocinas. Así el aire procedente de la combustión de estas calderas puede salir de la estancia de manera rápida y fácil.

Precauciones a tener en cuenta en instalaciones de gas

Como hemos mencionado, las instalaciones de gas deben permanecer siempre estancas. Por lo tanto, conviene revisarlas cada cierto tiempo para comprobar que es así y tomar medidas si pierden la estanqueidad. También hay que revisar el estado de las aberturas de ventilación de la cocina, el baño o la estancia en la que estén. Deben estar siempre protegidas por una rejilla que las mantenga abiertas, pero lo bastante protegidas como para evitar que entren elementos extraños a su través. También hay que cuidar que no estén nunca taponadas ni obstruidas.

Cuando se trabaja con instalaciones de gas hay que delimitar, siempre que sea posible, una zona alrededor de ellas. Mientras duren las tareas se debe evitar que cualquier persona pueda entrar en ella. También hay que evitar fumar mientras se revisan instalaciones de gas, además de evitar materiales que puedan producir chispas. Como es lógico, tampoco hay que utilizar una llama para detectar fugas de gas. Para ello hay que utilizar detectores debidamente homologados.

En estas zonas en las que se duda de si hay o no una fuga de gas, hay que observar también una precaución adicional. Si se necesita luz para ver, no utilizar las instalaciones de luz que haya. Es mejor utilizar una linterna. Pero no una cualquiera, sino una de seguridad.

Precauciones en trabajos con tuberías de gas

A menudo, los trabajos necesarios para reparar o realizar una instalación de gas requieren trabajar con tuberías. En estos casos hay que seguir una serie de pautas para que todo vaya bien. Por supuesto, los operarios que trabajen con ellas debe conocer todas las normas que hay para realizar tareas de mantenimiento de estas redes.

Para empezar hay que conocer, en la medida de lo posible, cómo está realizada la instalación. De esta manera se podrá saber, al accionar válvulas, a qué circuitos dan paso. Si no se conocen a ciencia cierta a cuáles dan paso, no es aconsejable manipularlas.

Cuando se trabaja con tuberías en las que se sospecha que hay gas y en las que ha entrado aire, no hay que realizar soldaduras que vayan a producir llama sin antes haber comprobado si hay riesgo de fuga, o si hay gas. Generalmente solo hay que realizar este tipo de tareas en tuberías completamente vacías y que no contengan ningún rastro de gas.

Para cortar una tubería, o separar los elementos que la unen, como las bridas, hay que crear un puente eléctrico que se encargue de unir las dos partes en las que se divide la tubería al hacerlo. De esta forma se evitará que salten chispas que puedan dar lugar a explosiones. Y por supuesto, no hay que realizar ninguna tarea que pueda derivar en una explosión o un incendio en una tubería de gas que no esté aislada por completo y que no pueda purgarse sin que quede resto de gas en su interior.

En cualquier caso, hay que evitar que solo haya una persona realizando trabajos de mantenimiento en instalaciones de gas. Debe haber al menos otra persona más. Si no es posible contar con más de dos operarios, esta segunda persona tendrá que estar algo apartado de la zona vigilando que todo se lleva a cabo correctamente, y estar preparado para sustituir al operario principal cuando sea necesario.

Como se puede apreciar, las precauciones que hay que tener en cuenta para las tareas de revisión, reparación o instalación de instalaciones de gas no son excesivamente molestas. Tampoco resultan muy complicadas de seguir. Eso sí, siempre hay que tenerlas en cuenta para evitar problemas.

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STH

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