¿Sabías que limpiar los radiadores de la calefacción puede ayudarte a ahorrar energía en casa? Sí, esta limpieza nos ayuda a aprovechar al máximo su potencial, ya que un radiador sucio desperdicia gran parte del calor por el colapso de pelusas y el polvo.
Y es que, a pesar de su gran funcionalidad frente al frío, los radiadores suelen ser los elementos más olvidados en el hogar a la hora de limpiar en el hogar. Además, debido a su forma llena de recovecos, hace que sea complicado de dejarlos limpios por completo. Pero no es algo tan difícil, realmente, y aquí te lo demostramos.
¿Por qué hay que limpiar los radiadores?
Realizar una limpieza de los radiadores supone ventajas, ya sea para el confort de los inquilinos del hogar como por el ahorro energético y la salud. Algunas ventajas son:
- Mejora su funcionamiento y evita el sobrecalentamiento o enfriamiento del ambiente, así como del propio aparato.
- Evita que se desperdicie energía, reduce el consumo de la misma y, por lo tanto, la factura de la calefacción disminuye. Mejora la eficiencia energética.
- Elimina el polvo y la suciedad, que son las culpables de alergias y otros problemas respiratorios como el asma.
- Se evita la corrosión y la aparición de óxido por el agua acumulada. Esto pueden dañar la estructura de los radiadores y las tuberías.
- Ayuda a largar la vida útil de los radiadores y que no aparezcan fugas de agua o averías en un futuro.
Pasos para limpiar los radiadores del hogar
¿Quieres saber cómo limpiar los radiadores a fondo? Sigue los siguientes pasos para dejarlos limpios y evitar problemas mencionados en el apartado anterior. Son muy sencillos de realizar, y no tendrás problema alguno de hacerlo tú mismo/a.
- La limpieza se ha de realizar con los radiadores fríos y apagados para evitar daños en nuestra piel; después de todo, proyectan calor a altas temperaturas. Se recomienda siempre limpiarlos a inicios de otoño antes de ponerlos en funcionamiento.
- Cubrimos los alrededores del radiador que vayamos a limpiar con periódicos viejos o trapos en el suelo para recoger la suciedad y evitar manchar las zonas adyacentes.
- A la hora de eliminar el polvo, limpiamos las secciones traseras y pegadas a la pared de los radiadores. En el mercado podemos encontrar cepillos especiales para esta labor, y que ayudan a llegar a los rincones más difíciles y recovecos más escondidos.
- Como alternativa, podemos colocar un paño húmedo bajo el radiador y otro en la zona de la pared. Disparamos a continuación aire caliente con un secador hacia el radiador para que el polvo vaya hacia abajo y tras el radiador, y quede atrapado por los paños húmedos.
- Tras eliminar el polvo, recomendamos emplear vapor de agua para conseguir una limpieza más profunda. Un aparato ideal es la vaporeta o similares, ya que nos ayuda a eliminar la suciedad más duradera e incrustada. Así también permite limpiar manchas de agua y de polvo que se forman en los aparatos calentadores.
- Por último, podemos eliminar cualquier residuo que quede con un trapo limpio. Empleamos agua con desengrasante para terminar la limpieza.
Si sigues estos pasos, la limpieza de los radiadores sería más rápida, completa y con mejores resultados. Asimismo, los radiadores brillarán como nuevos y desinfectados antes de ponerlos en funcionamiento.
Cómo purgar los radiadores
Purgar los radiadores es parte de la limpieza de los mismos. De hecho, para sacar el completo rendimiento a los radiadores de agua, es necesario realizar un óptimo mantenimiento al menos una vez al año. Por otro lado, realizar un purgado es esencial cuando llegan las temperaturas bajas, puesto es necesario tener el sistema de calefacción en perfectas condiciones para lograr ahorrar energía.
Como sabrás, los sistemas de calefacción funcionan mediante tuberías que forman un circuito interno que lleva agua caliente. Esta agua caliente produce calor en el ambiente, pero también puede entrar aire en el conducto, por lo que es necesario extraerlo para que el radiador consiga calentar de forma regular.
Los pasos para purgar los radiadores son los siguientes:
- Colocar un cubo bajo la válvula del radiador para purgar el aire. Esta válvula suele estar ubicada junto al termostato o cerca de un tornillo ubicado en un lateral del radiador.
- Giramos el tornillo o la válvula un poco y dejamos salir el aire hasta que salga agua sucia.
- Cuando el agua salga limpia y sin nada de aire, entonces giramos el tornillo de nuevo a su posición inicial para cerrar la válvula.
- Tras esto, cerramos la válvula y pasamos al radiador siguiente. Es conveniente iniciar la purga por los radiadores más próximos a la caldera. Si nuestra casa tiene 2 plantas, empezamos por la inferior.
Y hasta aquí consejos para limpiar los radiadores. Como has visto, no es complicado y con las herramientas adecuadas es muy sencillo. Limpiar estos elementos de calor son esenciales para nuestra salud y ahorro energético. En STHExpert te damos los mejores consejos para que ahorres dinero y energía.
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