calefacción domótica
Soluciones de eficiencia energética

Beneficios de la instalación de una calefacción domótica

La instalación de un sistema de calefacción es una de las decisiones más importantes de cara al confort en una vivienda. Para decidirse por uno en concreto hay que sopesar ventajas e inconvenientes. También el presupuesto, puesto que las diferencias de costes entre instalar un sistema y otro pueden ser importantes. Pero también hay que tener en cuenta el nivel de comodidad que proporciona. Y tener claro que la comodidad de un sistema de calefacción no solo implica contar con un sistema que permita alcanzar una temperatura agradable. También implica que el sistema ofrezca facilidades de manejo. Es lo que sucede con la calefacción domótica.

Este sistema de calefacción ofrece, además de mucha comodidad, todo tipo de ventajas para quienes viven en las casas en las que está instalado. Algunas son muy evidentes, pero otras no lo son tanto. Todas hacen que, a pesar de que su instalación puede suponer un desembolso económico algo superior en su instalación, su instalación sea ventajosa. Eso por no hablar de que además, por sus características, al final, puede hasta salir más económica en cuanto a consumo. Descubre por qué, así como qué entendemos por calefacción domótica y sus ventajas.

¿Qué es la calefacción domótica?

Un sistema de calefacción domótica, también conocido como calefacción inteligente, es aquel que está dotado de un sistema de control que permite manejar prácticamente todas sus funciones a distancia. No solo desde dentro de la vivienda. También a muchos kilómetros de distancia. Desde prácticamente cualquier parte. Así, tanto dentro como fuera de una vivienda se puede encenderla, apagarla, programarla y comprobar su estado. Para ello, eso sí, es necesario contar con ciertos elementos ajenos en principio a un sistema de calefacción convencional.

Para empezar se necesita que el sistema de calefacción esté conectado a Internet. Lo mismo que el dispositivo o dispositivos desde los que se va a gestionar su funcionamiento. En este tipo de sistemas de calefacción, el elemento que conecta la instalación de la vivienda a la red es el termostato. Será, por lo tanto, un termostato digital que cuente con posibilidad de conexión a la red mediante wifi, sin cables. De esta manera podrá conectarse a la red local de una vivienda, y a través de ella, a Internet.

Una vez esté el termostato online, podrá gestionarse su funcionamiento desde cualquier punto. Eso sí, hay que tener siempre mucho cuidado de proteger la conexión de los termostatos. Aunque no lo creas, los hackers pueden aprovechar estos dispositivos para acceder a la red de una vivienda y utilizarlos para lanzar ataques. Por eso tienes que elegir cuidadosamente una contraseña, o un PIN numérico, en función del modelo, que proteja el acceso a sus funciones e impida que cualquiera pueda modificarlas o emplearlas para sus fines.

Cuando el termostato está instalado y protegido llega el momento de configurarlo para acceder a él y controlar la calefacción desde otro dispositivo. Generalmente, será tu smartphone el aparato que uses para ello. Pero para poder hacerlo tendrás que instalar una aplicación dedicada. Lo más habitual es que se trate de una app gratuita, disponible para Android y para iOS, y que sea el propio fabricante el que se ha encargado de desarrollarla.

En función del modelo de termostato, será también compatible con un asistente digital de voz, como Alexa, Siri o el asistente de Google. Si tienes uno de ellos, puedes configurar tanto el termostato como el sistema para poder manejar la mayoría de las funciones del termostato con la voz, sin ni siquiera tener un dispositivo de control en la mano. Eso sí, solo podrás hacerlo dentro de la vivienda. Fuera tendrás que utilizar un smartphone o un tablet conectado a internet.

¿Qué funciones de la calefacción se pueden programar o controlar en remoto?

Un sistema de calefacción domótica añade muchas funciones y posibilidades a las habituales en un sistema de calefacción convencional. No solo permite, por tanto, encender y apagar el sistema desde dentro de una casa, o determinar la temperatura a la que el sistema se apagará cuando detecte que la vivienda la ha alcanzado. También se puede encender cuando falte un rato para llegar a casa y evitar así el frío cuando llegues y no esté encendida. O comprobar la temperatura a la que está la vivienda desde el exterior.

En no pocos casos, estos sistemas tienen «memoria», y van aprendiendo a medida que pasa el tiempo, y se van utilizando, los hábitos en cuanto a calefacción y horarios de quienes viven en la casa en la que están instalados. Por eso, pasado un tiempo, sabrán a qué horas no hay nadie en casa gracias a sus funciones de geolocalización y se apagará automáticamente la calefacción. Incluso se encenderá si es una hora concreta y la temperatura está por debajo de un mínimo establecido. Eso sí, todos estos ajustes se podrán configurar para que la temperatura de la vivienda permita mantener un nivel de confort térmico establecido.

Pero seguro que te estás preguntando si este tipo de sistemas de calefacción, y en concreto, de termostatos, será compatible con tu calefacción, o con qué tipos de calefacción. En general, los termostatos que permiten el control del sistema de calefacción a distancia y la instalación de la calefacción domótica son compatibles con todo tipo de sistemas de calefacción que funcionan mediante conducciones de agua que parten de una caldera. Así puede utilizarse con calefacciones de gas tanto de radiadores como de suelo radiante. También con sistemas de calefacción por bomba de calor o calefacción por zonas.

Beneficios de la calefacción domótica

Aparte de ofrecerte todo tipo de facilidades para la programación de la calefacción para evitar que cuando llegues a casa tengas frío, un sistema de calefacción domótica te permite apagarla incluso cuando hayas salido de casa. Perfecto si algún día no estás seguro de haberlo hecho. Así evitarás no solo recalentar la casa innecesariamente, sino también gastar de más. Porque el ahorro que permite conseguir es otro de los beneficios de este tipo de sistemas de calefacción.

Al poder programar exactamente cuándo encender y apagar la calefacción, evitas gastar más dinero de la cuenta. A esto también contribuye que puedas apagarlo a distancia cuando creas que la calefacción tiene una temperatura adecuada. Incluso aunque estés en otra localidad, gracias al control que puedes hacer de ella desde tu smartphone. Todo esto contribuye a ajustar el consumo de calefacción y, por tanto, al ahorro.

Pero este tipo de calefacción no solo es beneficiosa para los ocupantes de una vivienda. También lo es para el medio ambiente. Al poder encenderse y apagarse a voluntad, se evitará dejarla puesta por descuido, por ejemplo, al salir de casa. O que esté encendida más tiempo del realmente necesario. Como consecuencia, el sistema consumirá menos energía.

La comodidad que ofrece también la calefacción domótica no tiene nada que ver con la de otros sistemas de calefacción. La puedes manejar incluso desde la cama. Por si una noche hace mucho frío y quieres conectarla. Además, la sensación de confort que permite conectarla un rato antes de llegar a casa es muy elevada.

La domótica también abre la puerta, sobre todo en sistemas de calefacción inteligente, a la calefacción personalizada. Esto quiere decir que, gracias a sus funciones y a las posibilidades que te da de ajustar todas sus funciones, puedes tener una calefacción prácticamente a medida, que puedes controlar desde cualquier parte. Solo necesitas tener conexión a Internet, bien desde una WiFi o desde la conexión de datos móviles de un smartphone.

Esto implica también, por suerte, decir adiós al mismo nivel de calefacción para toda la casa. La calefacción domótica permite zonificar el sistema, y hacer que la calefacción tenga en cuenta una temperatura para cada zona de la casa para que quien esté en ella esté cómodo. No es lo mismo, por ejemplo, la temperatura para el salón que la que se necesita en el baño o en un cuarto de estudio. Por eso, el sistema permite, por ejemplo, que un radiador deje de emitir calor cuando, por ejemplo, en la estancia en la que está hay 24 grados, y otro cuando la habitación está a 21.

Una calefacción domótica no solo se encarga de regular la temperatura vigilando la que hay en las viviendas. No es el único parámetro que tiene en cuenta para calcular el nivel de confort. También valora otros que es capaz de medir. Por ejemplo, la humedad ambiental. E incluso la temperatura del exterior. Sabrá por ejemplo que cuanto más frío haga fuera, más rápido bajará la temperatura interior también. Por eso, podrá reaccionar para encender o apagar el sistema cuando corresponda, para evitar que en casa haga frío o demasiado calor. Lo hace incluso mejor que una persona, por muy pendiente que esté de la calefacción. ¿El resultado? Mayor comodidad en casa, y más sensación de bienestar.

Estas son las características y los beneficios principales de un sistema de calefacción domótica. Por eso, si te estás planteando cambiar las conducciones, instalar otro sistema de calefacción o tienes que instalar uno desde cero, valora completarlo y mejorarlo con un sistema de control a distancia. Ganarás en comodidad, podrás incluso llegar a despreocuparte de apagarlo y tendrás mucho mayor control sobre él. Vistas estas ventajas ¡no te lo pienses más e instala una calefacción domótica!

About the author

STH

Add Comment

Click here to post a comment

¿Quieres estar informado? ¡Suscríbete a nuestra newsletter!