La eficiencia energética es hoy uno de los principales retos globales y también se aplica en el hogar. ¿Quieres saber por qué y cómo lograrla? Aquí te damos más detalles.
Ventajas de la eficiencia energética en la fontanería y calefacción
Antes de nada, debemos recordar que las políticas públicas encuadradas en la Agenda 2030 insisten, y mucho, en los objetivos de eficiencia energética. Por ejemplo, España exige un certificado de eficiencia para las viviendas con estándares de exigencia. Y eso pasa, básicamente, por una gestión eficiente de los recursos. Pero, ¿cuáles son las ventajas que tiene eso? Destacamos, básicamente, tres:
1. Contribuyes a un planeta mejor
La primera ventaja es que las políticas de eficiencia en la fontanería y la calefacción contribuyen a un planeta mejor. Y esto es lógico: si no malgastas los recursos, no hay tanta necesidad de extracción, no se genera tanta huella de carbono ni gases de efecto invernadero y, por lo tanto, se asume menos contaminación. Todo esto, con pequeños gestos diarios y utilizando los materiales adecuados.
2. Con la eficiencia energética se ahorra
Ser eficiente energéticamente, hoy en día, ya no es solo una cuestión ética, es una cuestión de conveniencia económica. Un uso eficiente de los recursos permite ahorrar en la factura del agua y de la calefacción (electricidad, gas o gasoil, según el caso). ¿Por qué pagar más dinero sin necesidad? A la larga, la diferencia se nota, y mucho.
3. No renunciarás al confort
La eficiencia, en ningún momento, implica renunciar al confort, ni a servirse de los recursos necesarios. Es decir, se consigue el mismo resultado, en las mismas condiciones, pero gastando menos dinero y ayudando a un mundo mejor. No ha de extrañar, pues, que se le dé tanta importancia a este punto.
Cómo conseguir la eficiencia energética en fontanería y calefacción
Lograr la eficiencia energética en el ámbito de la fontanería y calefacción se puede conseguir de dos maneras. Por un lado, mediante gestos diarios sencillos y, por el otro, incorporando tecnologías que favorezcan un uso inteligente de los recursos. Veamos las distintas opciones…
1. Aprovechar la luz natural
En primer lugar, se debe aprovechar bien la luz natural. Y esto implica el uso de estores y cortinas en los momentos adecuados para retener calor en invierno y que el momento de poner la calefacción sea más tardío o que la temperatura necesaria sea menor. Este es un sencillo gesto que puede ahorrar mucho dinero.
2. Utilizar tuberías aislantes
El segundo método es utilizar tuberías aislantes y esto tiene sentido: se evitan fugas de agua. Esto, además de suponer un ahorro de recursos, proporciona seguridad y ahorro en todos los sentidos. Precisamente por eso, es conveniente contar con un proveedor que proporcione materiales de calidad, porque así se ahorran problemas a la larga; hay distintas gamas y tamaños disponibles.
3. Modular la temperatura
Modular la temperatura correctamente es otro de los principios, tanto en fontanería como en calefacción. En la fontanería, esto se logra con grifos que permitan graduar correctamente el agua caliente y fría. Cuando se trata de la calefacción, se utilizan termostatos, y es recomendable que, cuanto más exactos, mejor. Existen unas pautas recomendables de utilizar la calefacción a no más de 21 grados en invierno.
4. Utilizar grifos y duchas de bajo flujo
Los grifos y duchas de bajo flujo consiguen que salga el agua justa y necesaria y que no haya un derroche de líquido por exceso de presión. En este caso concreto, la marca de grifería CLEVER, econature, ecoflow y cold open consigue ese objetivo porque está diseñada con esa finalidad.
Quien utilice estos grifos, ahorra un 50 % de agua en grifería y un 30 % en duchas, mientras que se ahorra un 41 % de energía en grifería. A todas luces, es una inversión que compensa a medio y largo plazo, sin renunciar a las necesidades que se tengan o a la comodidad.
5. Reutilizar el aire
La aerotermia permite reutilizar el aire caliente más de una vez. Ahí, consultando la zona concreta, es posible conseguir mejores resultados dependiendo del caso. Esto requiere de una inversión inicial, sí, pero es, igualmente, una forma inteligente de ahorrar energía a medio y largo plazo. Si estás en un clima templado, suele ser una opción bastante interesante para la calefacción.
6. Incorporar fuentes de energía renovable
En el ámbito de la fontanería y calefacción, el uso de fuentes de energía renovable puede, también, ayudar a lograr la eficiencia. La energía geotérmica es un ejemplo, pero, también, la energía solar, instalando paneles, o almacenando el agua de la lluvia. En definitiva, se trata de intentar que el origen de la energía no aumente la huella de carbono.
En consecuencia…
Lograr la eficiencia energética es, además de un requerimiento, una ventaja para cualquier hogar o empresa. Para eso, se deben tener los dispositivos y materiales adecuados y, además, contar con un proveedor de garantías que responda ante cualquier incidencia.
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