Una válvula antirretorno es una de las piezas principales de los circuitos por los que circulan fluidos. A este tipo de válvulas se las conoce también con el nombre de válvulas de retención o unidireccionales. Su principal misión es cerrar el paso de un fluido (líquido o gas) que está circulando en una dirección determinada por un circuito. Es decir, controlar que no pase por un punto por el que no se desea que circule dicho fluido y que mantenga la circulación del fluido por la parte del circuito que interese. El funcionamiento de la válvula de retención es totalmente automática, mediante la acción de un muelle interior o por gravedad, cierre el paso tan pronto como la presión del fluido desaparece.
A su vez, una válvula antirretorno permite sin mayores problemas la circulación en el sentido contrario al que bloquea el paso. Además de controlar la circulación, este tipo de válvulas ofrecen otras ventajas, entre las que destaca que desde su posición de apertura a la de cierre hay muy poco recorrido del elemento que se utiliza para bloquear el paso. Por lo tanto, el cierre o la apertura de una válvula antirretorno se produce con bastante rapidez.
Estas válvulas se instalan cuando se necesita mantener la presión en una tubería que está en funcionamiento, al mismo tiempo que se evita que el líquido que circula por ella vuelva al punto por donde se suministra. Así, se consigue que vaya desde el punto por el que entra al circuido hasta el paso de salida del mismo, por el que se descargará. En ese sentido siempre tendrá el paso despejado. En el sentido contrario, estará bloqueado por la válvula antirretorno.
Dónde se utiliza una válvula antirretorno
Generalmente, una válvula antirretorno se utiliza en diversos circuitos de tuberías. Sobre todo en los de fontanería y de calefacción, por los que circula el agua u otro tipo de líquidos. Pero también pueden localizarse, entre otros con sistemas de bombeo. En este caso se emplean sobre todo para que no se produzcan golpes de ariete, una de las principales fuentes de averías en este tipo de circuitos, que pueden provocar reventones de agua.
Hay una variante de las válvulas de retención llamada válvulas de pie. Estas válvulas incorporan un filtro en el extremo de la entrada del fluido. Se utilizan en las aspiraciones de las bombas, para que estas no se desceben. El filtro evita la entrada de impurezas a la bomba.
También se usan para evitar situaciones muy desagradables en viviendas por la acción descontrolada del agua y los residuos. Sobre todo para evitar que haya retorno de aguas fecales o residuales a una vivienda. También para que no haya inundaciones en casas por reflujo de aguas del alcantarillado a las viviendas. Esto es, la misión de las válvulas es evitar que el agua de lluvia o los residuos de las cañerías de las casas puedan experimentar reflujos de desechos o agua durante lluvias torrenciales o atascos de cañerías. Por eso se recomienda su instalación en viviendas de planta baja, y también en los sótanos cuando quedan a corta distancia del fin de la red de tuberías de evacuación y el alcantarillado de un bloque de pisos o una casa.
Con estas válvulas colocadas en los puntos adecuados, se consigue que el fluido de las tuberías vaya desde su hueco de entrada al de salida sin obstáculos. También manteniendo la presión de manera uniforme, se evitan reventones, ya que al cerrarse cortan, la circulación del líquido y solventan la subida de presión. Además, colocadas en la línea de descarga de la bomba, evitan que las bombas se queden sin alimentación de líquido y, por tanto, que se sequen. También impiden que el líquido vuelva a la red y que se produzca un efecto de termosifón cuando los fluidos que están en la tubería se calientan.
Tipos de válvula antirretorno
Hay varios tipos de válvula antirretorno en el mercado, cada uno de los cuales tiene una misión y punto de ubicación adecuado en la tubería. Los principales son los siguientes:
- Válvula de clapeta oscilante: esta clapeta realiza la función de obturador. Su misión es cerrar el paso cuando el líquido de un circuito funciona en una dirección que no se desea o necesita. Lo hace gracias a la fuerza de la gravedad, así que es muy importante colocarlas en la posición correcta. De otra manera, la instalación no funcionará adecuadamente y aparecerán las averías.
- Válvula de muelle: este tipo de válvula no precisa estar en una posición en concreto. Esto se debe a que, a diferencia de las válvulas de clapeta oscilante, no funcionan por la acción de la gravedad. Puede tener dos modos de funcionamiento; el primero, un muelle fabricado con un cierto nivel de rigidez se encarga de sostener un obturador que está colocado encima del anillo de cierre. Entonces, cuando llega el líquido a la zona, generalmente el agua, su presión se encarga de vencer la resistencia del muelle. Entonces el fluido puede pasar en esa dirección. Pero si el fluido intenta retroceder y circular en sentido contrario, no puede debido a la acción del muelle. Otro de los modos de funcionamiento se produce en las válvulas de muelle de doble clapeta. Estas cuentan con dos clapetas que tienen forma de semicírculo que basculan sobre un eje e impiden el paso del líquido cuando se alinean. Guardan su posición gracias un muelle.
- Válvula de pistón: el mecanismo principal de esta válvula es un émbolo que termina en un obturador. A su vez, este está ubicado sobre el anillo de cierre. El émbolo se encuentra en el interior de un pistón de forma cilíndrica. Así, cuando el líquido fluye en la dirección deseada el émbolo se levanta. En caso de que se quiera cambiar de dirección, el émbolo se colocaría sobre el anillo. Pero la forma que tiene el émbolo de apoyarse sobre él hace que la presión del agua, cuando intenta retroceder, se encargue de que el obturador se apriete contra el anillo. Así el líquido no puede retroceder. Hay que tener cuidado al montarla, puesto que al igual que las válvulas de clapeta funciona por la acción de la gravedad.
- Válvula de retención de bola: se trata de una válvula fabricada específicamente para su instalación en la bombas utilizadas para extraer agua de un pozo. También en otros sistemas similares de conducción de fluidos. Su funcionamiento es bastante sencillo. Se coloca una bola sobre el anillo que cierra el paso al fluido, y cuando la bomba quiere sacar agua del pozo, esta bola se levanta y se queda situada a un lado. Así, el agua puede subir del pozo hacia la salida del circuito sin obstáculos. Cuando la bomba se para y dejar de sacar agua del pozo, esta bola vuelve a la posición que ocupaba inicialmente. Todo gracias a la acción de la gravedad. Así queda cerrada y el agua no sube, pero al mismo tiempo se evita que la tubería del sistema quede vacía.
Colocación y mantenimiento
En general, el punto adecuado para colocar una válvula antirretorno en un sistema es cerca del final del tubo de aspiración, dentro del depósito y en el punto opuesto al que se encuentra la bomba. Se instalarán siempre aguas abajo de una llave de paso o en la salida de las bombas. De esta forma, la instalación se queda llena de agua o del líquido en cuestión, y no pierde presión. No hay que preocuparse porque una válvula antirretorno pueda verse afectada por la acción del agua u otros fluidos. Son bastante resistentes. Además, también lo son al desgaste provocado por el funcionamiento de los circuitos y al paso del tiempo.
Una válvula antirretorno cuenta con una gran resistencia, entre otras cosas, por la forma de la junta y los acabados. Gracias a su diseño, una válvula de retención puede aguantar cientos de miles de ciclos en funcionamiento normal. Generalmente, este tipo de válvulas no necesitan un gran mantenimiento.
Averías de estas válvulas
A pesar de que una válvula antirretorno tiene una vida útil bastante larga, y de que aguanta muchos ciclos sin problemas, puede sufrir fallos por diversos motivos. Cuando esto sucede, los problemas de retorno de fluidos pueden ocasionar situaciones muy desagradables. No solo inundaciones en viviendas o retorno de aguas fecales. También rotura de tuberías por efecto de la presión. Cuando una válvula antirretorno falla, el sistema en vez de funcionar normalmente, esto es, que cuando la bomba del sistema arranca aporte presión a las tuberías y cuando se detiene, pierde presión, provoca que la bomba no se llega a parar y arranca continuamente.
De todas formas, no es el único fallo que puede sufrir un sistema por el que circulen fluidos y gases de todo tipo. Por lo que cuando el sistema no funciona adecuadamente, además de comprobar que la válvula antirretorno no se ha roto, también hay que verificar que no exista alguna fuga en alguno de sus puntos, provocando un desequilibrio. Pero como hemos mencionado, este tipo de válvulas es muy resistente y aguanta muy bien el desgaste. Por lo tanto, pueden pasar muchos años hasta que una válvula de este tipo tenga algún problema que ocasione averías en un sistema de fontanería o calefacción.
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