Actualmente, vivimos mayoritariamente bajo una economía de consumo rápido, pero afortunadamente esta tendencia está cambiando. Y es que cada vez son más las empresas que apuestan por un modelo de economía circular. Y esto también entra de lleno en el sector de la fontanería, con cambios en la industria de válvulas y tuberías.
Con la implantación de la economía circular se busca abandonar un modelo lineal (el actual y más agresivo con el medio ambiente) para llegar a un modelo en el que primen los conceptos de reciclar, reutilizar y reducir. De este modo, se alarga el ciclo de vida de los productos fabricados para que, una vez empleados, se puedan reutilizar.
¿Qué es la economía circular y cómo afecta a la industria de válvulas y tuberías?
La economía circular es un modelo económico que busca maximizar los recursos existentes y disponibles, ya sean energéticos o materiales. Un fundamento con el que se logra que los productos fabricados permanezcan más tiempo en el ciclo productivo. Así, con la economía circular se busca reducir en lo posible la acumulación de residuos y aprovechar al máximo los productos ya fabricados.
Además de los puntos positivos asociados a la gestión eficiente de los residuos, este tipo de economía también supone unos beneficios ambientales que conllevan la limpieza de las aguas, la protección del suelo o el mantenimiento del clima. Y, también, contribuye a obtener beneficios a nivel social y económico.
El impacto ambiental de un sistema de fontanería variará en función de la composición de las tuberías y cómo se instalen. Pero, por lo general, los factores determinantes de la eficiencia durante el ciclo de vida de las tuberías son el tipo de materia prima usada, el proceso de producción, cómo será el acabado del producto y la vida útil que tenga.
La Comisión Europea, con la intención de acelerar y facilitar la transición en Europa hacia una economía circular, diseñó en 2015 un Plan de Acción para la Economía Circular. Este plan contiene medidas que afectan a 5 áreas principales y que la Comisión considera esenciales (desperdicio de alimentos, plásticos, materias primas críticas, biomasa y productos con base orgánica, así como la construcción y demolición).
Por otro lado, en España se ha diseñado la Estrategia Española de Economía Circular, denominada “España Circular 2030”. En este plan se establece un marco estratégico para mejorar la economía y que sea sostenible y de acuerdo con una economía circular para 2030.
En el sector de la fontanería, una alternativa más sostenible es el uso de tuberías STHexpert, ya que son más sostenibles en cada una de las fases de su vida.
Aplicación de la economía circular a la industria de válvulas y tuberías
Gracias a la economía circular, una empresa permite la conservación de los recursos naturales, así como la disminución de un impacto ambiental procedente de su actividad.
Reutilizar productos para diseñar nuevas teorías maximiza su ciclo de vida y reduce la necesidad de procesar nuevas materias primas. Este enfoque requiere de menos recursos naturales y produce una menor emisión de gases de efecto invernadero, una gran contribución para preservar el medioambiente.
Como ya hemos indicado, la Unión Europea apuesta por una economía circular al implantar un plan de acción para conseguir el cambio. Además, la revisión del Reglamento de Productos de Construcción va encaminada a cambiar sus preceptos para añadir el criterio de sostenibilidad y los preceptos de la economía circular.
También la economía circular está inserta en el R.D. 1055/2022, de diciembre, de envases y residuos. En esta nueva normativa, la responsabilidad es del productor y se aplicará en envases comerciales e industriales. Es decir, los productores han de contar con un sistema para financiar los costes de recogida, gestión o tratamiento de los residuos y envases.
Otro reglamento publicado recientemente en España es el R.D. 3/2023 del 10 de enero, donde se deja constancia de los criterios técnico-sanitarios en la calidad de agua de consumo humano, así como su control y suministro. De la misma índole, en Europa se han aprobado normativas que modifican los requisitos para la fabricación de tuberías y accesorios, como es la EU Drinking Water Directive. Aunque todavía no ha llegado a España.
Con esta última legislación, se busca que los materiales en contacto con el agua no provoquen daños en la salud humana, ni tampoco afecten al color, sabor ni favorezca la proliferación de microorganismos dañinos.
Un ejemplo es la norma WaterMark, aprobada en Australia, donde se exige que las válvulas y tuberías contengan menos de un 0.25% de plomo en peso para mayo de 2026.
Consecuencias de la economía circular
Con la promoción de la economía circular, se contribuye a reciclar materiales y generar empleo local vinculado a la gestión de residuos. Asimismo, sectores como el ecodiseño requieren de profesionales que conozcan todos los ciclos de vida de los productos.
Como segundo punto a favor, se genera tanto un beneficio económico como ambiental que, a su vez, mejorará la sociedad.
En definitiva, crear productos eficientes y sostenibles desde sus inicios permite reducir el consumo de recursos y energía, puesto que más del 80% del impacto ambiental se produce durante la fase de diseño del producto. De igual modo, la economía circular puede mejorar la competitividad, incentivar la innovación, aumentar el crecimiento económico y generar empleo.
En StH apostamos por la economía circular y por trabajar con productos amigables con el medio ambiente.
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