Las instalaciones de aire acondicionado y calefacción tienen más en común de lo que parece. Entre ellas, en muchos casos, unas tuberías de cobre, un material que se lleva utilizando en estas y otras instalaciones desde hace muchísimo tiempo. Todo gracias a las propiedades que tiene este material, que lo hacen adecuado para multitud de tipos de instalaciones.
El cobre es un material natural que incluso es capaz de impedir que las bacterias se multipliquen. Además no se deteriora cuando se desinfecta, y por su composición, es el material más adecuado para no tener problemas con determinadas enfermedades, como la legionella. Esto se debe a que a diferencia de otros materiales, el cobre no produce trihalometanos, unos compuestos generados por la potabilización del agua con el cloro que se utiliza para ello y que son perjudiciales para el organismo. Además de ventajas para la salud, el cobre también es bueno para el medio ambiente, ya que se puede reciclar, y sin perder sus propiedades.
Este metal fue el primero que conoció el hombre en la antigüedad, y hay evidencias de su uso y trabajo que datan de varios miles de años antes de Cristo. Las primeras muestras, de hecho, están datadas entre los años 8000 y 4000 antes de Cristo. Así lo atestiguan las numerosas excavaciones en las que se han encontrado restos, objetos y muestras de uso de utensilios de cobre.
Entre estos descubrimientos hay también tuberías de cobre por las que en tiempos corría el agua. Además se han encontrado en bastante buen estado, lo que pone de manifiesto su buena resistencia al paso del tiempo. Por lo tanto, no se puede precisar cuándo empezó a utilizarse el cobre en tuberías. Lo que sí está claro es que fue hace muchísimos años. Por tanto, su presencia en sistemas de tuberías, como las de instalaciones de aire acondicionado y calefacción, no es ninguna novedad.
El cobre: omnipresente en todo tipo de tuberías
La construcción de sistemas de tuberías de cobre en instalaciones de aire acondicionado y calefacción, por tanto, ofrece muchas ventajas. Pero no solo a sus usuarios. También a quienes instalan estos circuitos. Las tuberías fabricadas con este metal ofrecen una instalación bastante fácil para los profesionales del sector de la calefacción y del aire acondicionado.
Para instalar tuberías de cobre y fijar los tubos unos a otros se pueden utilizar varios sistemas. Por ejemplo, la soldadura por capilaridad. También se pueden emplear, si las tuberías están preparadas para ello, los sistemas de unión de tubos en frío. Estos sistemas hacen que la obra necesaria para instalar un sistema de tuberías para instalaciones de aire acondicionado, agua o calefacción sea bastante sencillo, limpio y rápido. Gracias a esto se puede efectuar incluso en viviendas que se encuentren habitadas en el momento de la instalación.
Por otro lado, dado que los tubos de cobre son elásticos se pueden manipular y curvar incluso en frío. Aparte de esto, la versatilidad de este metal hace que se pueda encontrar en gran cantidad de complementos y accesorios para los circuitos de tuberías, desde manguitos y curvas hasta codos y reducciones. Como resultado, se puede adaptar la instalación de tuberías de cobre a prácticamente cualquier estructura.
Además, se puede trabajar tanto in situ, en el punto en el que se realizará la instalación, como en un taller. En este último caso, basta con transportar la instalación completamente montada o a falta de algunos toques para finalizarla. De esta manera se agiliza su instalación y se ahorra tiempo y mano de obra, lo que lleva a unos costes más reducidos.
Otra de las razones por las que las tuberías de cobre están tan extendidas es que se fabrican en medidas normalizadas para todo el continente europeo. Como resultado, los elementos que se unen para las instalaciones de aire acondicionado y calefacción son todos compatibles, sin importar el país de la UE del que vengan. Este sistema de fabricación, además, garantiza que no vaya a haber problema de suministro de piezas para los circuitos de tuberías durante muchos años.
Un material duradero y resistente
Como hemos visto al principio, se han encontrado numerosas tuberías de cobre en excavaciones arqueológicas de la antigüedad en un estado bastante aceptable. Esto es posible gracias a que se trata de un metal muy duradero, que a pesar del paso del tiempo sigue conservando sus propiedades prácticamente intactas.
Esto hace que los tubos con él, y por tanto las instalaciones en las que se usen, tengan una vida útil muy amplia. Además, sin que sea necesario realizar prácticamente ningún mantenimiento en ellas. Por todo esto, las tuberías de cobre proporcionan muchas ventajas a los propietarios de las viviendas y empresas en las que se instalan.
La primera es la tranquilidad de saber que permanecerán inalterables y sin fugas muchos años. La otra es que la inversión realizada en su instalación resulta muy rentable, puesto que pasarán muchos años hasta tener que renovarla. Y eso en el caso de que sea necesario hacerlo.
El cobre es también un material bastante resistente. Además, el propio metal desarrolla un recubrimiento protector frente a la corrosión. Gracias a esto, si las tuberías en instalaciones de aire acondicionado o calefacción se colocan en exteriores no es necesario aplicarles un tratamiento para protegerlas de la corrosión en exteriores. La propia tubería, por el cobre que lleva, se encarga de ello. Y aguantará muchos años a la intemperie sin sufrir apenas alteraciones.
La situación no es muy distinta en las tuberías de cobre de todo tipo de instalaciones de aire acondicionado, calefacción o agua que se encuentren enterradas o empotradas en la pared. El cobre es capaz de soportar durante mucho tiempo el contacto con todo tipo de suelos y materiales de construcción. Por lo tanto, también se puede ocultar en paredes.
Además, puede aguantar mucha presión ejercida sobre la tubería, y es resistente al fuego. Esto implica que en situaciones de calor extremo, por ejemplo, durante un incendio, no se deforma, gracias a que su punto de fusión es bastante alto. También por su poca capacidad de dilatación ante cambios de temperatura.
En la actualidad también ha mejorado en uno de sus puntos flacos en el pasado: el hermetismo en las uniones. Ahora gracias a los sistemas de unión que se emplean, tanto los de soldadura como los de presión, las uniones quedan bien cerradas, y los sistemas de tuberías se convierten en herméticos. También es resistente frente a los rayos del sol y multitud de componentes. Por tanto es perfecto para circuitos resistentes y que además protejan y no alteren los fluidos que van por sus tuberías, como por ejemplo el agua.
Tuberías de cobre en instalaciones de aire acondicionado y calefacción
El cobre se utiliza, como hemos visto, en tuberías de muchos tipos de instalaciones. Por ejemplo, en las instalaciones de aire acondicionado y en las de calefacción. Pero ¿por qué se emplea en ellas el cobre y no otro material? Pues fundamentalmente por las características del metal en cuestión, que le permite estar en circuitos tanto para la circulación del agua fría como para la del agua caliente.
En las instalaciones de aire acondicionado, así como en otras de refrigeración, se emplean tuberías de cobre por sus propiedades. En el caso de los sistemas de aire acondicionado, no solo están en las tuberías. El cobre también lleva años presente en diversos componentes fundamentales del sistema. Por ejemplo, en los condensadores. De esta manera se ha conseguido que el sistema gane en sostenibilidad y sea más eficiente. Además, también ha hecho que su precio baje, y que las instalaciones de aire acondicionado, como consecuencia, sean más económicas.
En cuanto a la presencia del cobre en los sistemas de tuberías de calefacción, se debe fundamentalmente a la enorme resistencia al calor de este metal. Su punto de fusión se sitúa nada menos que en 1083 grados centígrados, y el agua caliente no afecta a sus características. Por eso, los tubos de cobre de sistemas de calefacción se mantienen indeformables por muy caliente que esté el agua que va por ellos hasta los radiadores.
El agua caliente que va por el interior de los tubos de cobre de la calefacción tampoco tiene ninguna incidencia en la longevidad de las tuberías. Esto lleva a que las instalaciones de calefacción ofrezcan un elevado nivel de fiabilidad y la tranquilidad de saber que pueden pasar décadas hasta que alguna tubería de cobre se deteriore y haya fugas.
Pero no solo por eso el cobre es prácticamente omnipresente en las tuberías de los circuitos de calefacción. Tanto en las bitubo como en las monotubo. Su predominancia también se debe a su capacidad de conducción del calor. Este metal es un excelente conductor térmico, lo que hace que esté considerado como el más eficiente para los sistemas que en los que se lleva a cabo intercambio de calor. Entre ellos están, precisamente, todos los sistemas de calefacción que llevan agua por el interior de tuberías y van por el suelo. Por ejemplo, en el caso del gas natural y en las calefacciones de suelo radiante.
Todo esto hace que la presencia de los tubos de cobre en las instalaciones de aire acondicionado y calefacción no sea solo algo del pasado y del presente. También lo será en el futuro, puesto que es un material cuyas características hacen muy complicado encontrar otro material equivalente que pueda sustituirle. Al menos, a corto y medio plazo.
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