¿Hay que purgar el suelo radiante? | Cómo hacerlo correctamente
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¿Hay que purgar el suelo radiante? | Cómo hacerlo correctamente

Uno de los tipos de calefacción más utilizados es el suelo radiante. Ofrece numerosas ventajas, entre las que está la liberación de espacio al no tener que instalar radiadores. Este va por debajo del suelo, y, aunque su instalación es algo engorrosa al principio, el hecho de dejar todas las paredes libres en las viviendas o espacios en las que se instala ofrece más espacio libre para la decoración o la instalación de muebles. Eso sí, se debe ser consciente de la necesidad de purgar el suelo radiante.

Muchos creen que, al no tener radiadores, este sistema de calefacción no necesita una purga para funcionar correctamente. También creen que no es posible hacerlo de manera sencilla y rápida. Incluso que no hay mecanismos para poder hacerlo a los que pueda acceder el propietario de la vivienda. Pero no es así. El sistema de suelo radiante, al igual que el de radiadores, debe purgarse periódicamente. Además, hacerlo no es complicado. Solo hay que conocer qué elementos hay que manipular para conseguirlo. Pero antes, tienes que conocer qué particularidades tiene este sistema de calefacción. Así podrás no solo comprenderlo, sino también saber cuándo purgar un sistema de suelo radiante.

¿Qué es la calefacción por suelo radiante?

La calefacción por suelo radiante es un sistema que utiliza generalmente una caldera con gas natural como combustible (ahora se van utilizando otras fuentes de energía) y que aporta calor mediante la conducción de agua en un circuito por el que circula agua caliente. Esta se caldea gracias a la acción de la combustión del gas, se desplaza por el circuito, y cuando se enfría regresa al punto inicial del circuito, la caldera, para poder calentarse de nuevo y volver a circular por el circuito de calefacción. Hasta aquí nada distinto comparado con el funcionamiento de un circuito de calefacción por radiadores con gas natural.

Su principal diferencia, como hemos mencionado, es que no tiene radiadores, y que todo el circuito se utiliza para la emisión de calor, pero por debajo del suelo. Su instalación, por tanto, es bastante costosa, y suele abordarse cuando se hace una reforma integral para el cambio del suelo. O también en la construcción de obra nueva, para que la vivienda o espacio en la que se instale, cuente con suelo radiante desde un primer momento.

Con la instalación de este sistema de calefacción, se contará con uno de los más potentes para climas fríos. Por tanto, es especialmente indicado para zonas en las que los inviernos sean duros. Además, se trata de una calefacción capaz de mantener el calor durante mucho tiempo, incluso después de su apagado. Por sus características y prestaciones, es una calefacción muy adecuada para viviendas y espacios de tamaño mediano o grande.

¿Por qué purgar el suelo radiante?

Todos los circuitos de calefacción que funcionan con una conducción de agua pueden verse afectados por la entrada de aire en el sistema. Esto lleva a que haya partes del mismo en los que se acumule el aire y no se calienten adecuadamente porque no llega bien el agua a ellos. De la misma manera que el aire tiende a concentrarse en los circuitos con radiadores, también lo hace en los circuitos de suelo radiante.

Al hacerlo, evitará que el agua caliente se distribuya de manera uniforme. Por tanto, la circulación del agua por las tuberías no será equilibrada. Esto llevará a que haya zonas que no se calienten porque no las llegue el agua. Por tanto, hay que purgar el suelo radiante para que salga este aire y el agua se distribuya de manera uniforme por todo el circuito.

Eso sí, hay que tener en cuenta que no se puede hacer de la misma manera que en un circuito de calefacción con radiadores. En este, se purgan los radiadores uno por uno provocando que el aire vaya saliendo. También, hay que saber cuándo es necesario. En los circuitos de radiadores, además de ser conveniente hacerlo una vez al año, cuando se utiliza la calefacción es más sencillo saber cuándo hay que purgar algún radiador. Generalmente, los que tienen aire en su interior, no se calientan por igual en toda su superficie. Hay zonas y módulos en los que no hay calor. Cuando esto ocurre, significa que hay aire, por lo que el agua caliente no puede pasar.

Saber cuándo es necesario purgar un sistema de calefacción de suelo radiante es más complicado. En general, también es conveniente hacerlo una vez al año. Pero, cuando sospeches que el circuito tiene aire porque hay alguna zona en la que no se aprecia calor suficiente procedente del suelo, es conveniente purgar el suelo radiante.

Por dónde purgarlo

Para purgar el suelo radiante, afortunadamente, no es necesario hacer ninguna obra. Solo tienes que localizar las válvulas y elementos que te permitan hacerlo. Generalmente, están en un armario en el que se encuentran los colectores del sistema. En él, está el dispositivo que tienes que accionar para proceder al purgado del sistema. Eso sí, no siempre es necesario activarlo. En función del tipo de instalación, puede que cuente con un sistema de purga automática o manual.

En el primer caso, purgar el suelo radiante no ofrece excesivas dificultades. Bastará con abrir el dispositivo de purga y dejar pasar unos minutos. El sistema quedará purgado automáticamente en un momento. Ahora bien, si no tiene una instalación dotada de un sistema de purga automática, será necesario hacerlo de manera manual. Eso sí, debes saber que en este caso, el procedimiento es más complicado.

Realizar una purga manual es mejor al principio del invierno, ya que el sistema podrá desalojar el aire acumulado en su interior durante la primavera y el verano. Al igual que sucede con las llaves y palancas de purgado automático, las de purga manual están en el armario de colectores del sistema. Es importante informarte durante las obras de instalación del sistema, dónde está instalado.

Cómo purgar el suelo radiante

Ya con los purgadores localizados, hay que abrir las llaves o válvulas que hay en ellos para efectuar la purga del suelo radiante. Pero no todo es tan sencillo. Para realizar una purga manual de manera correcta en cualquier sistema de calefacción de suelo radiante hay que realizar antes varias operaciones. En primer lugar acude a la caldera y pon en velocidad III la bomba de circulación del sistema.

Una vez hecho esto, es el momento de subir la presión del circuito. Lo más recomendable es aumentarla hasta que llegue aproximadamente a 3 bar. Cuando alcance dicha presión, hay que cerrar todos los circuitos del sistema de calefacción salvo uno, este, deberás abrirlo del todo. La combinación de presión con la apertura del circuito, hará que salga el aire que haya en su interior. Eso sí, tardará un poco en salir, por lo que tendrás que esperar un poco. Solo cuando empiece a salir agua, lo que generalmente sucede cuando han pasado unos cinco minutos, podrás considerar que el circuito ya está purgado.

Una vez purgado uno de los circuitos del sistema, hay que cerrarlo y abrir otro para repetir la operación. Aquí también tendrás que esperar un buen rato hasta que salgan todas las bolsas de aire que estén bloqueadas en el sistema. En el momento en que empiece a salir agua de manera continua, puedes cerrar el circuito, que ya estará purgado.

Esta operación hay que repetirla con todos los circuitos de calefacción de suelo radiante que tengas instalados. Por tanto se trata de una tarea que requiere cierto tiempo, y tendrás que tener paciencia hasta que termine. Pero es una tarea muy gratificante, ya que al hacerla, no solo conseguirás repartir el calor por toda la vivienda o el espacio en el que esté instalado el sistema, sino que también ahorraras combustible. De esta manera, la factura del gas se reducirá notablemente.

Una vez hecho esto, puedes volver el sistema a su estado anterior. Es decir, puedes bajar la velocidad de circulación de la bomba. Ya no será necesario que esté al III, y puedes dejarlo en la posición I o en la II, depende del sistema y tus necesidades. También puedes bajar el nivel de presión que hay en el circuito hasta dejarlo en 2 bar, la más adecuada para este tipo de sistema de calefacción. Acuérdate de rellenar con agua el sistema, puesto que al salir el aire, quedará espacio libre en su interior.

Así explicado, purgar el suelo radiante parece sencillo. Pero se trata de un proceso bastante complicado. Sobre todo si los purgadores que tiene instalados el sistema no son automáticos. En estos casos, lo más recomendable es que acudas a una empresa especializada en la instalación y mantenimiento de sistemas de calefacción por suelo radiante. En muchos casos, podrás contratar con ellos un servicio de purgado periódico del sistema. Así, por ejemplo, una vez al año se encargarán de sacar todo el aire que ha quedado retenido en sus circuitos. Es más que aconsejable purgar el suelo radiante periódicamente, así que no te olvides de hacerlo de vez en cuando, y notarás la diferencia.

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STH

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