La presencia de la mujer en la construcción hace tiempo que ha dejado de ser una tendencia para convertirse en un hecho. Según el último informe sobre Mujeres en el sector de la construcción, que analiza los microdatos sacados de la Encuesta de población activa de 2021, en dicho año, de media, el número de mujeres que trabajaron en la construcción fue de 123.637 trabajadoras. Son 21.756 empleadas en el sector más que en 2020, y una cifra que, porcentualmente, supuso el 9,6% del total de empleados en el sector.
Un 65,6% de las mujeres que trabajan en la construcción tienen de 35 a 54 años, mientras que un 17,7% tienen entre 25 y 34 y un 13,5% más de 55 años. Solo hay un 3,2% de empleadas en la construcción con 20 años o menos. Es un sector en el que el trabajo suele ser duro, pero que les ofrece una mayor estabilidad laboral que otros sectores. En la construcción, un 80,1% de los contratos que firman las mujeres son indefinidos. Además, un 82,1% de las mujeres que trabajan en la construcción lo hacen como asalariadas. Y un 80,6% trabajan a tiempo completo.
La mujer en la construcción: aumenta su presencia, pero no lo suficiente
Como hemos visto, la subida de la presencia de la mujer en la construcción en los últimos años ha sido bastante notable. La mayoría se dedican a las conocidas como Actividades de construcción especializada (un 47,7%). Dentro de ella, las mujeres prefieren ocuparse en el área de «instalaciones eléctricas, de fontanería y otras instalaciones en obra». Las mujeres también prefieren las actividades englobadas en Construcción de edificios, que eligen un 40,7%. Dentro de esta categoría, el área que más seleccionan es Promoción inmobiliaria.
Pero la subida de mujeres que trabajan en el sector de la construcción, a pesar de rozar ya el 10%, no es suficiente para cubrir los puestos que serán necesarios en el futuro. Cada vez aparecen más problemas para que se incorporen a él profesionales cualificados. Es especialmente complicado en el caso de las mujeres. Y aunque el problema ya es real, a medio plazo empezará a ser bastante preocupante, con una situación empeorando a medida que pase el tiempo si no se toman medidas. Si no, determinados puestos podrían tener problemas para cubrirse en no pocas obras en todo el mundo.
El problema será más acusado a medida que las nuevas tecnologías y formatos de construcción vayan imponiéndose. Los operarios de más edad y más veteranos del sector de la construcción no conocen estas técnicas. Por eso es imprescindible que aumente el peso de la mujer en la construcción. Especialmente el de las que se han formado ya en estas tecnologías, accedan al sector de la construcción para desarrollar su carrera profesional. De esta forma no habrá tantos problemas para cubrir los puestos necesarios para, por ejemplo, realizar construcciones mediante la técnica de construcción industrializada.
La construcción industrializada y las mujeres
Como hemos mencionado, la construcción sigue avanzando, y uno de sus sistemas más nuevos para levantar edificios es la construcción industrializada. En este sistema se emplean buena parte de todas las novedades y posibilidades que ofrece la tecnología para la construcción de viviendas. Pero no en el lugar en el que se levantarán finalmente. Estas viviendas se construyen, con un elevado grado de automatización, en el interior de una fábrica, aunque no por completo. En ella se fabrican los elementos de su estructura, que después se llevan al lugar en el que se levantará la vivienda, y se ensamblan y acoplan allí.
Hay muchos elementos presentes en una construcción que hasta ahora se han fabricado en instalaciones ajenas a una obras de construcción. Además, estos componentes se han fabricado en serie. Estamos hablando de componentes como ladrillos, losetas o vigas. Pero gracias a la construcción de viviendas de manera industrializada, hay muchos más elementos que se pueden conseguir mediante este sistema. En concreto, en la construcción industrializada se crean de esta manera elementos de construcción completos, como los baños o el aislamiento térmico de la vivienda (paredes, suelo y/fachada), que mejora su nivel de eficiencia térmica. Una vez finalizados, se trasladan al punto de construcción y se integran con el resto de elementos que se estén construyendo allí.
Además de ensamblar módulos y componentes completos, la construcción industrializada no emplea conglomerados hidráulicos para unir las piezas que forman parte de su estructura. Tampoco en los cerramientos, ni en las divisiones interiores de la construcción. Se ensambla todo prácticamente en seco. Esto se debe a que los componentes y distintos elementos que forman parte de la vivienda quedan ensamblados ya gracias a su diseño. Si no, el ensamblaje se lleva a cabo utilizando tornillería y anclajes. Todo esto incide en que estas viviendas tengan una eficiencia energética mayor y sean, en conjunto, más saludables.
Pero para realizar este tipo de construcciones se necesita mano de obra especializada. Y es aquí donde entran en juego las mujeres. Debido a sus preferencias, suelen ocupar puestos bastante especializados dentro del sector de la construcción. Por eso, su labor es muy necesaria para el avance de la construcción industrializada. Tanto en las fábricas en las que se construirán los componentes para ella como en el lugar de la construcción, para proceder a su ensamblado. Por tanto, si eres mujer, te atrae la construcción y quieres formarte en nuevas tecnologías, ¡la construcción industrializada es un área que puede atraerte!
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