Soluciones de eficiencia energética

Impacto del cambio climático en los sistemas de fontanería y calefacción

El impacto del cambio climático sobre las construcciones humanas está siendo un motivo de debate en los últimos tiempos. El clima, con sus fluctuaciones constantes de temperatura y las precipitaciones, hace una gran presión sobre las instalaciones. Sobre todo, instalaciones de fontanería y calefacción.

Reducir el impacto del cambio climático en los sistemas de fontanería

El cambio climático actúa sobre el agua en el planeta de muy diversas formas. Desde precipitaciones intensas, hasta la reducción de lluvias (sequía) y de las capas de hielo. Sea como fuere, un estudio de la ONU alega que el mayor impacto reduciría el agua y debilitaría las estructuras.

1. Cambios en precipitación y la fontanería

Las alteraciones vistas en los patrones de precipitación (lluvias intensas y largas sequías) afectan a la calidad y disponibilidad del agua. Así mismo, pueden provocar problemas como inundaciones y la acumulación de residuos en el interior de las tuberías.

En este sentido, los sistemas de fontanería han de estar diseñados para soportar tanto el gran caudal de agua o la ausencia del mismo. Y aplicar otros mecanismos como la recolección de agua y un uso eficiente de esta.

La captación de agua de lluvia permite aprovechar el agua del cielo y usarla para usos no potables (riego de jardines, limpieza del hogar o de exteriores). Esto reduce la demanda de agua potable y llevamos a cabo una buena gestión sostenible.

2. Aumento del nivel del mar y las infraestructuras de fontanería

Que el mar aumente su nivel provoca inundaciones en áreas de costa. Esto lleva a que se dañen las infraestructuras de saneamiento y fontanería. Así mismo, puede también empeorar la calidad del agua (potable y de riego), dañar el patrimonio histórico y artístico, afectar en el transporte, la actividad económica de las ciudades, sumergir campos de cultivo, etc.

Siguiendo un informe de la ONU sobre esto, los lugares españoles que sufrirían inundaciones graves en costa para 2050 serían ciudades como Santa Cruz de Tenerife, Cádiz, Barcelona, Santander, Valencia o zonas de A Coruña y Baleares.

Por ello, se hace urgente crear medidas para proteger las costas contra inundaciones y adaptar las infraestructuras que ya existen. Algunas son:

  • Estructura de los diques. Al subir el nivel medio del mar, también mayor es la altura de las olas, por lo que la costa se vuelve más vulnerable.
  • Sistemas de fontanería. El agua de mar puede terminar por encima de las tuberías y esto puede provocar que la sal deteriore el metal y hacer que se produzcan filtraciones dentro del sistema. El agua del nivel freático puede entrar en ellas y provocar daños en las personas, ya que esta agua no está tratada para el consumo humano.
  • Protección de tuberías. Lo ideal es que las tuberías estén protegidas para evitar que se deterioren y tengas fallas con el paso del tiempo. También es importante prestar atención a las uniones y piezas especiales. Será necesario una evaluación más habitual para evitar desperfectos.

3. Estrategias de adaptación para sistemas de calefacción

Adaptarnos al cambio climático supone que también sea necesario un cambio en las tecnologías de calefacción. Es vital que estos sean más eficientes y sostenibles, como son las bombas de calor o los sistemas que funcionan mediante energía renovable. Además, permitirán no solo una mejor sostenibilidad, sino también un mayor ahorro energético y económico.

Un aspecto esencial a tener en cuenta al elegir un sistema de calefacción es la tendencia de materiales que reduzcan la huella de carbono, tengan más sostenibilidad y que optimicen la eficiencia energética.

Otro sistema para elegir es la climatización invisible que se obtiene del suelo radiante/refrigerante, ya que cuenta con grandes ventajas (nueva tecnología, más sostenible, ahorro en consumo energético, mayor seguridad y calidad). También podemos optar por biomasa o calderas de condensación.

Estos sistemas nos ayudarán a reducir la dependencia de combustibles fósiles y mejorar la eficiencia energética. Así como las siguientes ventajas:

  • Uso de energías renovables con bajas emisiones.
  • Maximizar el rendimiento energético. Más energía con menos consumo.
  • Reducir las emisiones de CO₂. Las fuentes renovables y las tecnologías más limpias apenas emiten dióxido de carbono.
  • Es más económico y con menos costes operativos a medio y largo plazo.

4. Innovaciones en la gestión del agua para adaptarse al cambio climático

Es importante que la gestión del agua se adapte con innovaciones al cambio climático. Esto está provocando cambios en el agua como es en su ciclo, cantidad, distribución y calidad. Además, cada vez se demanda más agua debido a su mayor consumo (no solo humano, sino también industrial y en la agricultura).

Para asegurar la eficiencia, la sostenibilidad y la seguridad del agua, es importante cambiar la gestión de los servicios hídricos. Los operadores de agua tienen aquí una gran labor: permitir que el agua se reutilice, modernizar las infraestructuras y aprovechar las nuevas tecnologías para sacar ventaja. Y aquí entrarían también su aplicación en los sistemas de fontanería.

Estos sistemas podrían mejorar la eficiencia en el uso del agua y no solo a nivel hídrico, sino también supondría beneficios sociales y económicos.  Así como ayudar a actuar con antelación en eventos climáticos extremos.

Por último, no podemos dejar pasar los sistemas de reciclaje y reutilización necesarios para las aguas residuales. Es fundamental maximizar el aprovechamiento del agua no potable (riego de parques y limpieza urbana). Esto garantizaría un suministro seguro y sostenible.

En StH apostamos por sistemas de fontanería sostenibles y trabajamos día a día para luchar contra el impacto del cambio climático en los sistemas de agua y calefacción.

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